Se ha viralizado en redes sociales el titular de una publicación del diario económico El Economista que dice lo siguiente: “Bruselas detecta 985.000 parados ‘ocultos’ en España y más de 1 millón de infraempleados”. En el artículo, publicado el 26 de junio de 2023, se cuestionan los datos de empleo que ofrece el Gobierno de España.
“Cosas chulísimas de Yoli, Ministra del paro, Gobierno de España. Bruselas detecta 985.000 parados ‘ocultos’ en España y más de 1 millón de infraempleados” (sic), señala una publicación en Twitter que comparte el enlace del artículo.
Sin embargo, cuidado con este titular, porque es engañoso. En la estadística de Eurostat no existe la categoría de parados ocultos, existe la categoría de personas inactivas. Los datos publicados por Eurostat, la Oficina Estadística de la Unión Europea, proceden del Instituto Nacional de Estadística (INE), que recoge el dato desde el año 2009. Por lo tanto, no se trata de un indicador nuevo.
Además, en el propio texto se desmiente el titular: “Frente a las sospechas de analistas y las acusaciones de partidos políticos, los datos de Eurostat muestran que con la reforma laboral no ha aumentado este paro ‘oculto’, de hecho, se encuentra en mínimos desde el primer trimestre de 2009, cuando se anotaron 2,03 millones de desempleados, tras reducirse un 7,8% interanual, más de cuatro veces más de lo que ha caído el paro convencional, que se redujo un 1,8%”.
“En concreto, los desempleados desanimados se han reducido un 12% y los infraempleados un 8,5%. Aunque los no disponibles se han elevado un 11% y llegan a 257.000, el máximo de la serie histórica”, agrega. En este artículo te explicamos los detalles.
¿Por qué un inactivo no es un parado?
Para empezar, un inactivo no se contabiliza como un parado. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE), este término hace referencia a que “la población económicamente inactiva abarca a todas las personas de 16 o más años no clasificadas como ocupadas ni paradas”. Esto incluye a las personas que buscan empleo, pero no están disponibles en este momento concreto, y aquellas que no buscan empleo, pero están disponibles.
Esta categoría incluye siete tipos: estudiantes, jubilados o prejubilados, personas dedicadas a las labores del hogar, personas con incapacidad permanente, perceptores de una pensión distinta de la de la jubilación o prejubilación, personas que realizan trabajos sociales o actividades benéficas sin remuneración y una última denominada “otras”.
En cambio, cuando hablamos de parado, según la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), se hace referencia a todas aquellas personas que no tienen empleo asalariado o empleo independiente, están actualmente buscando empleo y están disponibles para trabajar.
El Reglamento 1897/2000 de la Comisión Europea recoge una definición similar: se consideran paradas aquellas personas que, además de cumplir las anteriores condiciones, han realizado durante las cuatro semanas anteriores alguna de las gestiones de búsqueda de empleo de las consideradas activas en dicho reglamento.
¿Qué mide Eurostat en las estadísticas?
Las estadísticas que elabora la Oficina Europea de Estadística sobre el mercado laboral clasifican a las personas en tres categorías, en función de su situación: empleados, desempleados e inactivos. Sin embargo, no tiene ninguna categoría de parados ocultos.
En España, la evolución del mercado laboral se puede medir de dos maneras: encuesta de Población Activa (EPA) y el paro registrado. Dado que su metodología es diferente y hacen referencia a períodos temporales distintos, a menudo surgen discrepancias sobre los datos. Por ello, los propios organismos advierten de que no son comparables.
La EPA recoge los datos de empleo y de paro estimados desde 1964. Se trata de una encuesta por muestreo que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta investigación pretende obtener datos de la población en relación con el mercado de trabajo, diferenciando ocupados, activos, parados e inactivos. El período de referencia de la información es la semana anterior a la entrevista y se utiliza para armonizar los datos europeos a través de Eurostat, ya que emplea criterios internacionales definidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), así como la normativa de la UE.
Desde el INE explicaban a INFOVERITAS en un artículo anterior que, para obtener la información, “se entrevista cada trimestre a 65.000 familias, que equivalen a unas 160.000 personas”. “Los datos sobre la relación con la actividad (ocupados, parados, etc.) se preguntan de forma presencial (primera entrevista) y telefónica (segunda y sucesivas -hasta seis trimestres-). Los resultados de la encuesta se elevan mediante técnicas muestrales al total de la población, dando como resultado la cifra de ocupados que finalmente se publica cada trimestre”, añadían.
El paro registrado es una estadística administrativa que elabora el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) con base en los registros de las Oficinas Públicas de Empleo. En la página web del Consejo General de Economistas señalan que comprende al conjunto de personas desocupadas “que permanecen inscritas en dichas oficinas en demanda de trabajo el último día del mes, aunque excluye a determinados colectivos”.
¿Qué es la holgura laboral?
Además de estos indicadores, Eurostat incluye otro parámetro: la holgura laboral. Define la diferencia entre el volumen de trabajo deseado por los trabajadores y el volumen real de trabajo disponible. Está compuesto por las personas desempleadas, las personas disponibles para trabajar pero que no buscan empleo, las personas que buscan trabajo pero que no están disponibles de inmediato, y los infraempleados.
Esta última categoría sirve para definir a las personas que trabajan a tiempo parcial, pero querrían hacerlo a tiempo completo. En los registros que miden el mercado laboral constan como ocupados. Según Eurostat, en España hay 1.130.000 trabajadores en esta situación.
De nuevo, en el propio artículo desmienten el titular: “Con ello, la ‘holgura’ laboral se sitúa en el 20,8% de la fuerza laboral extendida, el mínimo de la serie histórica. Sin embargo, sigue siendo el dato más alto de la UE, cuya media se sitúa en el 12%”.
Fuentes
Instituto Nacional de Estadística (INE)
Página web del Consejo General de Economistas
Reglamento 1897/2000 de la Comisión Europea