Puede que el nombre vitíligo te suene, pero no estés familiarizado con él. Se trata de una enfermedad dermatológica cuya principal manifestación son unas manchas características, de color blanco, en la piel de los pacientes. Los datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología apuntan a que hasta un 2% de la población padece esta patología, de la que hay registros en “libros sagrados de la India de 1.400 años antes de Cristo”, destaca la doctora Carmen Carranza, dermatóloga del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid.
Hoy, 25 de junio, se celebra el Día Mundial del Vitíligo, una enfermedad crónica y no contagiosa que, en líneas generales, causa trastornos en la pigmentación de la piel. Aunque se trata de una dolencia cutánea, expertos consultados por INFOVERITAS enfatizan en las repercusiones sociopsicológicas del vitíligo, ya que su síntoma principal, las mencionadas manchas en la piel, son muy visibles.
Por ello, desde INFOVERITAS ahondamos en esta enfermedad para ofrecerte todas las claves.
En primer lugar, ¿qué es el vitíligo?
El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, de Estados Unidos, el vitíligo es una enfermedad autoinmune crónica que afecta a la pigmentación de la piel, produciendo las características manchas blancas. Aunque en la actualidad se desconoce su causa, desde la Sociedad Española de Medicina Interna apuntan que puede contar con factores hereditarios, puesto que el 25% de los afectados tienen antecedentes familiares cercanos.
El doctor Enrique Rodríguez Lomba, médico adjunto del Servicio de Dermatología del Hospital Gregorio Marañón, en Madrid, explica que las manchas sufren una pérdida completa del pigmento de melanina. “Se trata de un proceso relativamente frecuente, que afecta del 0,5 al 2% de la población mundial sin diferencias entre sexos”, amplía.
Este experto explica que las manchas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, no obstante, “tienen especial predilección por los orificios corporales (en torno a los ojos, la boca, la nariz, o la región anogenital) y las extremidades (manos y pies)”. Por su parte, la doctora Carranza profundiza al afirmar que es una dolencia autoinmune, frecuente y muy antigua, que afecta “a todas las razas y países, sin predominio por sexo” y que tiene una “importante repercusión en la calidad de vida de nuestros pacientes”. Sus células diana son los melanocitos (las células de pigmento cutáneo) y las lesiones no pican ni molestan, concluye la dermatóloga del Clínico.
¿Cuál es el origen del vitíligo?
La doctora Carranza continúa y defiende que esta enfermedad es multifactorial y que intervienen, además, factores genéticos (“de hecho, hasta en un 30% de los casos hay antecedentes familiares”), ambientales o inmunológicos. En este sentido, el doctor Rodríguez Lomba asevera que actualmente el vitíligo se entiende como una patología autoinmune en la que el sistema inmunológico actúa contra los melanocitos y las destruye.
“Por supuesto, también existe cierto componente genético, ya que es más frecuente en pacientes con antecedentes familiares, tanto de vitíligo como de otras enfermedades autoinmunes cutáneas y sistémicas”, destaca.
Síntomas del vitíligo
Los signos más evidentes de esta patología son la pérdida de pigmento y el contraste de la piel sana con las manchas, incluso desde las primeras etapas. “Por lo demás, puede cursar de forma completamente asintomática en la mayor parte de los pacientes. En zonas visibles como la cara es rápidamente identificable, pero cuando aparece en otras áreas como en la región anogenital puede pasar desapercibida durante mucho tiempo”, explica el doctor Rodríguez Lomba.
Antiguamente se consideraba que sus implicaciones eran meramente estéticas. Sin embargo, “hoy en día somos muy conscientes de la repercusión sociopsicológica que estas manchas pueden ocasionar a los pacientes. Esto tiene especial importancia cuanto más alto sea el fototipo de piel del paciente, es decir en piel de color, al ser mayor el contraste con la piel sana”, continúa este experto.
Por otra parte, destaca que la pérdida de melanocitos también conlleva un incremento del riesgo de quemadura solar aguda y crónica por la radiación ultravioleta, y, por ello, de cáncer de piel a largo plazo.
La dermatóloga Carmen Carranza añade, además de las manchas, síntomas como uveítis (inflamación de la capa media de la pared del ojo), iritis (inflamación del iris), hipoacusia o asociarse a otras enfermedades autoinmunes, como las que afectan al tiroides o la anemia perniciosa.
¿Tiene tratamiento?
Esta misma experta señala que el tratamiento del vitíligo pasa por algunas fórmulas tópicas para intentar devolver el color a la piel o por tratamientos hospitalarios de fototerapia (cabinas médicas de luz ultravioleta); “incluso recientemente se han aprobado fármacos muy novedosos, como los inhibidores de JAK, para esta patología. Es importante que estos tratamientos sean siempre supervisados y controlados por un profesional de la dermatología”.
El doctor Rodríguez Lomba, por otra parte, explica que la forma clásica de abordar esta patología se basa en dos grandes grupos de tratamientos. Por ejemplo, cremas de corticoides u otras que se denominan inmunomoduladoras, para los casos de manchas localizadas y poco extendidas; en pacientes con afectación más extensa o generalizada, se recomendaba fototerapia y, excepcionalmente, corticoides orales. “Ambos tratamientos requieren de mucha constancia y largos períodos para lograr la repigmentación, generalmente más de seis meses. A pesar de esto, habitualmente muchos pacientes no lograban repigmentar de forma efectiva”, destaca.
Este experto informa de que recientemente se ha aprobado en España el uso y la financiación de un nuevo “tratamiento prometedor”: el ruxolitinib tópico. Está indicado para pacientes mayores de 12 años con afectación de la cara. “Este nuevo tratamiento ha demostrado en ensayos clínicos tasas de repigmentación del 50% de la cara en más del 50% de los pacientes tratados durante seis meses, cifras claramente superiores a las conseguidas con los tratamientos clásicos. Esta nueva diana terapéutica y de investigación nos ha abierto un futuro esperanzador para nuestros pacientes en los próximos años”, concluye.
Fuentes
Academia Española de Dermatología y Venereología
Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, de Estados Unidos
Sociedad Española de Medicina Interna
Declaraciones de la doctora Carmen Carranza, dermatóloga del Hospital Clínico San Carlos
Palabras del doctor Enrique Rodríguez Lomba, médico adjunto del Servicio de Dermatología del Hospital Gregorio Marañón