El pasado 24 de junio, el Sistema de Alerta Rápida de Alimentos y Piensos (RASFF, por sus siglas en inglés) de la Comisión Europea informó de un aviso notificado por España de la presencia de salmonella en una partida de medias pechugas de pollo congeladas procedente de Brasil.
La detección de este microorganismo en la carne se produjo el pasado 8 de mayo, y el RASFF calificó el riesgo de “grave”. No obstante, este sistema de alerta informa también de que el envío del producto contaminado fue detenido y rechazado en el control fronterizo en España.
Dada la naturaleza de esta alerta alimentaria, cabe preguntarse por las claves que la rodean. Desde INFOVERITAS te las ofrecemos para atender cómo puede afectar la salmonella a la salud.
¿Qué es el RASFF?
Como ya informamos en INFOVERITAS, la web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación explica que el RASFF (siglas inglesas de Sistema de Alerta Rápida de Alimentos y Piensos) es una herramienta para las autoridades de control cuyo objetivo pasa por intercambiar información sobre las medidas puestas en marcha en la Unión Europea ante la detección de un riesgo en un alimento o en un pienso.
En este caso, el RASFF especifica que en la frontera española se han hallado rastros de salmonella entérica Typhimurium (una variante que suele provocar gastroenteritis y que se contagia de animales a seres humanos) en una partida de pechugas de pollo congeladas procedente de Brasil.
¿Qué es la salmonella?
La infección con salmonella es la enfermedad bacteriana que causa la salmonelosis cuya forma más habitual de contagio es a través de agua o alimentos contaminados, de acuerdo con la Clínica Mayo. Aunque tradicionalmente se ha asociado al consumo de productos avícolas contaminados, en los últimos tiempos se ha identificado un aumento, tanto en frecuencia como en gravedad, de infecciones originadas en productos cárnicos porcinos o bovinos, según informa el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Aunque hay casos de infección asintomática, las manifestaciones más habituales de la salmonelosis son diarrea, fiebre, náuseas y vómitos, cólicos en el estómago, dolor de cabeza, escalofríos e incluso sangre en las heces, destacan desde la Clínica Mayo. Para tratarlos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la rehidratación y la reposición de los electrolitos perdidos.
En casos leves o no muy graves, no se aconseja el tratamiento antimicrobiano, pero en grupos de riesgo, como ancianos, lactantes o pacientes inmunodeprimidos, y en casos en los que la infección se contagie desde el intestino a otras partes del cuerpo, sí que podría estar indicado, según esta organización.
¿Cómo se puede prevenir la salmonela?
Desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ofrecen una serie de recomendaciones para evitar la infección por salmonela en casa, destacando, en primer lugar, la higiene en la cocina. Es necesario lavarse las manos correctamente antes y después de manipular alimentos, una vez se ha estado en contacto con material sucio y, sobre todo, al terminar de usar el baño. También han de lavarse a conciencia las manos, las superficies y los utensilios de cocina cuando se ha utilizado con carnes, pescados, frutas, huevos y verduras no lavados, así como en cualquier otro alimento crudo.
Hay que cocinar alimentos de origen animal completamente antes de consumirlos, de forma homogénea en toda la pieza, a 70 grados y durante dos minutos como medida efectiva para matar la salmonela. Si son alimentos envasados hay que seguir las instrucciones de uso de la etiqueta; no hay que comer crudos productos en los que se indique la necesidad de cocinarlo. Una vez los alimentos se han cocinado, hay que refrigerarlos si no se van a comer inmediatamente.
En el caso de los huevos, no hay que lavarlos, ya que puede promover que la bacteria pase del exterior de la cáscara al interior del huevo. Si se van a cocinar alimentos compuestos por huevo crudo, como la mayonesa, hay que tomar una serie de medidas de prevención, como extremar la higiene, prepararlos con la menor antelación posible, mantener la refrigeración o tirar lo que no se consuma en el día, además de utilizar recipientes distintos para la preparación de comida, para evitar la contaminación cruzada. En caso de preparar platos como huevos fritos o tortillas poco cuajadas, hay que comerlos inmediatamente después de cocinarlos.
Fuentes
Sistema de Alerta Rápida de Alimentos y Piensos
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
Salmonella, en la web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación