La semana pasada, el Ministerio de Sanidad presentó un estudio denominado “La reemergencia de la silicosis en España”. Este informe ha sido elaborado por el resurgimiento de esta enfermedad respiratoria incurable. De acuerdo con lo expuesto por Sanidad en la nota de prensa de la presentación, la silicosis se ha considerado, históricamente, una patología “del pasado asociada a la minería”.
No obstante, “los casos han aumentado en las últimas décadas, afectando a nuevos sectores industriales, como la fabricación y la manipulación de aglomerados de cuarzo (o piedra artificial), utilizados en encimeras de cocina y baños”, concluyen. De acuerdo con los datos aportados por el ministerio “desde 2007 a 2024 se han comunicado en España 5.900 partes por silicosis, 520 en el año 2024. Además, desde 2018 se han notificado 46 partes de cáncer de pulmón por exposición a sílice, 19 de ellos en el año 2024”.
Otros datos del estudio ilustran también ese aumento de casos, ya que, por ejemplo, entre 1990 y 2019, hubo 4.418 partes de enfermedad profesional causada por exposición a la sílice cristalina, el agente causante de la silicosis. Así, entre 1990 y 2020 ha habido 4.418 muertes por esta causa. Dada la importancia de este estudio, desde INFOVERITAS te ofrecemos todas las claves para entender esta enfermedad.
La silicosis
El Departamento de Salud del Estado de Texas explica que la silicosis es una enfermedad respiratoria que causa la inhalación prolongada de polvo de sílice cristalina. Este material es un mineral que contienen elementos como el hormigón o la arena, pero que se utiliza, además, para elaborar productos como ladrillos, vidrio, alfarería o piedra artificial.
Las partículas de sílice cristalino se respiran y se alojan en los pulmones. “El sistema inmunológico es incapaz de eliminar el polvo, lo que provoca una inflamación pulmonar. Esto conduce a la formación de nódulos pulmonares y cicatrices denominadas fibrosis pulmonar. Los efectos negativos para la salud asociados a la silicosis suelen tardar años en desarrollarse”, detallan.
Según esta entidad, existen tres tipos de silicosis. La aguda, que consiste en la exposición de corta duración a grandes cantidades de sílice. Esto inflama los pulmones y los llena de líquido, lo que “provoca una grave dificultad para respirar y bajos niveles de oxígeno en la sangre”. La acelerada, con la que los pacientes se exponen a grandes cantidades durante un período de 5 a 15 años, lo que causa “inflamación, cicatrices y síntomas que progresan rápidamente”. Y crónica simple, al exponerse durante más de 20 años a pequeñas cantidades. Esto deriva en nódulos inflamados, cicatrices pulmonares y en los ganglios linfáticos del pecho. “Esta forma de silicosis puede parecerse a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)”, destacan.
Síntomas de la silicosis
La biblioteca médica del Gobierno de Estados Unidos, Medline Plus, describe que los síntomas con los que se presenta la silicosis son tos, dificultad para respirar y pérdida de peso. El Departamento de Salud de Texas amplía estas manifestaciones y añade sibilancias, debilidad, dolor de pecho, pérdida de capacidad pulmonar y coloración grisácea o azulada en la piel.
Cuando la dolencia avanza empeoran la dificultad para respirar y la tos, se incrementa el cansancio y las radiografías de pulmón muestran cicatrices. Además, se produce un debilitamiento del sistema inmunológico “que se manifiesta como otras enfermedades (como la tuberculosis). Esto puede provocar fiebre, pérdida de peso, sudores nocturnos, dolores en el pecho e insuficiencia respiratoria”.
¿Dónde se ha producido el aumento de casos en España?
Según los datos de Sanidad, prácticamente la mitad de los partes de silicosis, casi el 48%, se ha dado en la fabricación y manipulación de aglomerados de cuarzo y al procesar piedra natural. “La construcción, la extracción de otros minerales no metálicos ni energéticos, y la metalurgia completan los principales sectores implicados en esta reemergencia”, apuntan.
El estudio ha demostrado, por otra parte, un incremento de los procesos asistenciales por esta patología “como diagnóstico principal en trabajadores jóvenes”. Estos procesos, prosiguen, siguen estando poco reconocidos como enfermedad profesional, “lo que implica la socialización de los costes asistenciales por el Sistema Nacional de Salud”.
En este sentido van encaminadas algunas de las recomendaciones del ministerio. Estas incluyen el reconocimiento del origen laboral de dichos procesos “para lograr una mayor contribución del sistema de Seguridad Social a la financiación de los costes asistenciales generados en el Sistema Nacional de Salud”. También se aboga por “extender el reconocimiento de enfermedad profesional causada por la sílice cristalina a enfermedades inmunomediadas sistémicas, tales como la esclerodermia sistémica, la artritis reumatoide o el lupus sistémico”.
Como conclusión, se recomienda “considerar la prohibición de los aglomerados de cuarzo o la reglamentación mucho más estricta del trabajo con estos materiales, siguiendo el ejemplo de otros Estados como Australia o California”.
Fuentes
Nota de prensa del Ministerio de Sanidad