El pasado 4 de agosto el Comité Olímpico Belga (COIB) y la federación de triatlón belga anunciaban que no participarían en el relevo mixto de los Juegos Olímpicos de París. La decisión, al igual que este anuncio, explicaban en un comunicado, “se ha tomado en consulta con los atletas y su entorno” por la falta de garantías de la buena salubridad del río Sena, cuestionada desde el inicio de los Juegos Olímpicos de París.
De hecho, esta decisión se tomó después de que uno de los miembros de su equipo, Claire Michel, enfermara tras nadar durante la prueba individual femenina, según el medio belga De Standaard. De acuerdo con el texto, la deportista está hospitalizada por una infección de la bacteria E. coli causada probablemente, destacan en dicho texto, por la contaminación del Sena. A raíz de este caso, circulan muchas dudas sobre este patógeno que, a continuación, desde INFOVERITAS queremos aclarar.
Para empezar, ¿qué es la E. coli?
La Escherichia coli, más conocida como E. coli, es una bacteria que se encuentra normalmente “en el intestino del ser humano y de los animales de sangre caliente”, explican desde la Organización Mundial de la Salud (OMS). La bacteria se transmite al hombre principalmente por dos vías: agua y alimentos poco cocinados (principalmente, la carne picada), productos frescos (lechugas o espinacas, por ejemplo) o sin pasteurizar. En este último grupo se encuentran la leche o los quesos crudos.
Además de por la ingesta, también se puede contagiar este patógeno por el contacto con personas infectadas o por la contaminación de las aguas que se utiliza para regar cultivos. Además, desde la Clínica Mayo de Estados Unidos recuerdan que algunas personas “también se han infectado con E. coli después de nadar en piscinas o lagos contaminados con heces”, como sucede en el caso de la nadadora belga.
¿Cuáles son los síntomas de esta infección?
Si bien es cierto que la mayor parte de las cepas son inofensivas, algunas pueden causar cólicos abdominales intensos, diarrea con sangre y vómitos. De acuerdo con la Clínica Mayo, los síntomas suelen aparecen a los tres o cuatro días de exposición, aunque en ocasiones estos signos tardan hasta una semana. La mayoría de los pacientes se recupera en una media de 10 días, pero en un pequeño porcentaje de los casos (especialmente niños pequeños y ancianos o aquellas personas que tienen un sistema inmune debilitado) la infección puede conducir a una enfermedad potencialmente mortal, como el síndrome hemolítico urémico (SHU).
¿Se puede prevenir esta infección?
Actualmente, no existe ninguna vacuna o medicamento para proteger de las enfermedades que causa esta bacteria. No obstante, sí se puede reducir la posibilidad de infectarse en casa. Para evitar el contagio es fundamental “mantener la limpieza de las zonas en las que se cocina, separar alimentos crudos y cocinados, cocinar los alimentos completamente, mantener los alimentos a temperaturas seguras y usar aguas y materias primas seguras.” Además, se aconseja evitar tragar agua de lagos o piscinas, por si sus aguas estuvieran contaminadas. Y, por supuesto, lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de cocinas y después de defecar.
Fuentes
Comunicado del Comité Olímpico (Belga) del 4 de agosto de 2024 sobre la decisión de no participar en la prueba de Triatlón
Web de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Página web de la Clínica Mayo de Estados Unidos
Artículo del medio belga De Standaard.