¿Tiene usted congestión nasal? ¿No puede dejar de toser? Podría tratarse de un resfriado. Con los cambios de temperaturas en estos meses aparecen los catarros. Su contagio es sencillo, ya que se transmiten a través del aire o por contacto cercano. De hecho, los adultos padecen, de media cada año, dos o tres resfriados, y los niños son más propensos.
Desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) explican que más de 200 virus pueden causar un resfriado, “pero los rinovirus son el tipo más común”. Al ser causados por virus, los antibióticos no son efectivos, como ya explicamos en este artículo.
La creencia popular asegura que la vitamina C puede curar los resfriados. De hecho, la mayoría de las personas incrementa la ingesta de ciertos alimentos en esta época del año, como naranjas o mandarinas, para evitar el contagio o, si ya es tarde, para curarse.
Sin embargo, se trata de un mito y carece de evidencia científica. La dietista y nutricionista Meritxell Sarrió, miembro de la Comisión de Educación del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa), confirma a INFOVERITAS que “la vitamina C no puede prevenir los resfriados ni curarlos”.
“Lo que sí que han demostrado los estudios es que la vitamina C ayuda a acortar un poco la duración del resfriado, así como a disminuir la gravedad de los síntomas”, agrega.
¿Dónde surge este mito?
El origen de esa creencia es conocido: Linus Pauling, dos veces Premio Nobel, y su libro ‘La vitamina C y el catarro común’, publicado en la década de los 70 del siglo pasado. En sus páginas, Linus defendía que una dosis alta de vitamina C, unos 3.000 miligramos, evitaban la bronquitis, la alergia, la fiebre, la neumonía y los resfriados. “Su teoría se basaba en que la vitamina es esencial para la formación de leucocitos, las células más importantes encargadas de defendernos de los patógenos externos”, explican desde la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
“Pero las afirmaciones las hizo basándose en un único estudio, no demasiado fiable, y, aunque las sociedades médicas de la época no apoyaban lo que en el libro se decía, la creencia se extendió muy rápidamente y aún perdura hoy en día”, señala Sarrió.
Años más tarde, numerosos estudios y expertos han refutando las afirmaciones del Dr. Pauling. Se ha comprobado el papel fundamental que tiene la vitamina C en relación con el sistema inmunitario. “Sin embargo, no hay evidencia actual para determinar que su consumo previene o cura directamente el resfriado común”, agregan desde este organismo.
De hecho, en The Long History of Vitamin C: From Prevention of the Common Cold to Potential Aid in the Treatment of COVID-19, un artículo que en 2020 revisaba esta teoría tan extendida, “tampoco se encontró que tuviese un efecto protector frente al resfriado común, gripe o COVID-19”, señala Iñaki Elio, secretario del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Cantabria (CODINUCAN).
Vitamina C. ¿Qué hace en nuestro organismo?
La vitamina C cumple varías funciones importantes en nuestro organismo: interviene en la síntesis de colágeno, es un potente antioxidante, favorecer la absorción del hierro y aumenta la movilidad leucocitaria.
“Esta última función es la que se relaciona con los resfriados ya que los leucocitos forman parte del sistema inmunitario y lo que hace la vitamina C es estimular sus funciones, haciendo entre otras cosas que se muevan más, mejorando por tanto su capacidad para actuar contra los microorganismos patógenos”, explica Meritxell Sarrió, miembro de la Comisión de Educación del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa) y dietista-nutricionista.
¿Qué alimentos contienen vitamina C?
La naranja suele ser el alimento más citado, por no decir el único, cuando se hace esta pregunta, “pero lo cierto es que con 50 mg de vitamina C por cada 100 gramos no es ni de lejos la fruta que aporta una mayor cantidad de ácido ascórbico”, apunta Iñaki Elio.
Según la Base de Datos Española de Composición de Alimentos (Bedca), otras frutas como la guayaba (273 mg por cada 100 gr.), la grosella negra (160 mg) y vegetales como los pimientos rojos (152mg), el chile rojo (225 mg), el perejil (190 mg), el brócoli (110 mg) o las coles de Bruselas (110 mg) aportan el doble o el triple de vitamina C que las naranjas, los limones y las mandarinas.
No hay un consenso claro respecto a la cantidad diaria de vitamina D. “La recomendación para la población masculina adulta es de 90 mg/día y para la población femenina adulta de 80 mg/día, según la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria”, dice la FEN. “Mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda 75 mg/día (mujeres) y de 90 mg/ día (hombres)”, apostilla Iñaki Elio.
Si bien, la cantidad necesaria de vitamina C depende de la edad, el sexo de cada individuo y de otras características o situaciones como embarazo, lactancia o diversas patologías.
La mayoría de las personas obtienen suficiente vitamina C a través de una alimentación equilibrada y variada. “No obstante, en el caso de ciertas patologías, envejecimiento, fumadores, alcohólicos crónicos, deportistas o personas con consumo insuficiente de frutas y hortalizas, podrían tener disminuidos los niveles”, señalan desde la Fundación Española de Nutrición (FEN).
En esos casos, primero se debería incrementar el consumo de los alimentos ricos en vitamina C, y, en casos extremos y siempre bajo supervisión y recomendación de un médico o un dietista-nutricionista, “se podría optar por el consumo de suplementos en esta vitamina”, concluye la FEN.
Fuentes
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)
Declaraciones de la Fundación Española de la Nutrición (FEN)
Declaraciones de Meritxell Sarrió, miembro de la Comisión de Educación del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa) y dietista-nutricionista
Declaraciones de Iñaki Elio, secretario del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Cantabria (CODINUCAN)
Base de Datos Española de Composición de Alimentos (Bedca)
Artículo The Long History of Vitamin C: From Prevention of the Common Cold to Potential Aid in the Treatment of COVID-19, publicado el 28 de octubre de 2020