El trasplante de médula ósea es, a veces, la única opción de tratamiento para determinadas patologías. De acuerdo con la fundación Josep Carreras, consiste mayoritariamente en sustituir las células enfermas del paciente por otras sanas de un donante.
Se trata de un proceso relativamente sencillo. A pesar de ello, sigue circulando mucha desinformación sobre este procedimiento. Por ejemplo, es frecuente que se confunda la médula ósea con la médula espinal.
Con motivo del Día Europeo del Donante de Médula Ósea, hoy, 27 de septiembre, que rinde homenaje a los donantes, desmontamos los más habituales.
Para empezar, ¿qué es el trasplante de médula ósea?
La médula ósea es el tejido que está en el centro de la mayoría de los huesos. Según señala Medline Plus, la biblioteca nacional de medicina de EE. UU., es la encargada de producir los diferentes tipos de glóbulos sanguíneos: rojos, encargados de llevar oxígeno a los pulmones; blancos, de combatir las infecciones; y las plaquetas, que ayudan a que la sangre coagule. También genera diversas células madre de otros tejidos. Las células madre sanguíneas son las que necesita una persona que precisa un trasplante de médula ósea.
Este procedimiento, relativamente sencillo, consiste en sustituir estas células madre enfermas del paciente por otras sanas de un donante. Se puede hacer de dos maneras: por vía intravenosa, cuando se recogen células madre por vía periférica, o en quirófano, cuando se recolecta la médula ósea. En este caso, el procedimiento se lleva a cabo bajo anestesia, por lo que el paciente no sufre ningún dolor.
La donación es altruista, anónima e internacional. “Por ley, la donación de médula ósea es libre, voluntaria, confidencial, anónima y gratuita”, puntualizan en la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Puede ser donante cualquier persona entre 18 y 60 años. No obstante, la edad máxima para apuntarse al registro de donantes es de 40 años. Esto se explica por el tiempo que pasa desde la inscripción hasta que se localiza una persona compatible. Eso sí, siempre y cuando se cumplan estos sencillos requisitos: buen estado de salud, esto es, que no padezca ninguna enfermedad, y pesar más de 50 kg.
¿Qué pacientes se benefician de estos trasplantes?
Las personas que padecen cánceres potencialmente mortales, como la leucemia, el linfoma y el mieloma, pueden ser tratadas con un trasplante de médula ósea o, en ocasiones, de células madre, destacan desde Medline Plus. Para este tipo de tratamiento, la médula ósea se obtiene de un donante. La donación de médula ósea se puede hacer recolectándola quirúrgicamente o extrayendo células madre de la sangre.
En estos casos, los genes deben ser compatibles, al menos parcialmente, con los del receptor. Un hermano o hermana tienen las mayores probabilidades de ser compatibles. Sin embargo, desde Medline Plus, señalan que “solo aproximadamente el 30% de las personas que necesitan un trasplante de médula ósea pueden encontrar un donante compatible en su propia familia”. En ocasiones muy concretas, las personas pueden donar su médula ósea para una intervención futura.
¿Qué pasos hay que seguir para ser donante de médula ósea?
Para empezar, es importante que el donante esté bien informado de lo que es y no es donar médula ósea. Segundo, siempre y cuando cumpla los requisitos, se debe inscribir en un registro de donantes. Si resulta compatible, se le llamará para realizar la extracción. En la página de la Fundación Josep Carreras se puede leer la información relativa a este proceso.
Además, para aclarar algunas dudas de este procedimiento, desde INFOVERITAS desmentimos la desinformación más frecuente que lo rodea:
No es lo mismo médula ósea que médula espinal
Esta es una de las desinformaciones más frecuentes que se difunden sobre este proceso. Desde el blog del grupo hospitalario HLA aclaran que la médula espinal forma parte del sistema nervioso central y se encarga de mandar los mensajes del cerebro al resto del cuerpo, mientras que la médula ósea se encarga de generar las células madre de la sangre.
La intervención daña y elimina la médula ósea del donante
Falso. Desde la Fundación Josep Carreras explican que no se elimina la médula ósea del donante, ya que esta se regenera automáticamente. La médula no sufre alteración alguna con la donación.
Puedo donar a la persona que yo quiera
Tampoco. La persona no se inscribe donante exclusivamente por una persona particular, sino para cualquier persona del mundo que lo necesite. Como se ha indicado se trata de un registro internacional. Además, se puede donar varias veces, destacan desde el blog del grupo hospitalario HLA.
Es un procedimiento peligroso y doloroso
En absoluto. Ni es peligroso ni tampoco doloroso. Es por vía intravenosa, es decir, a través de una vena en las extremidades del cuerpo, por donde se recogen células madre por vía periférica. Cuando se recolecta la médula ósea el procedimiento se lleva a cabo bajo anestesia en un quirófano, por lo que el paciente no sufre ningún dolor.