“En Alicante capital llevan dos días contando con hoy mismo, que los fumigadores parece que ya hasta se pitorrean de nosotros, en esta ocasión ya ni son estelas en forma de parrillas, ahora hasta garabatean delante de tu cara” (sic), escribía ayer, 28 de noviembre, un usuario en su cuenta de X (red social anteriormente conocida como Twitter).
Su mensaje iba acompañado de un vídeo en la que pueden verse las famosas estelas blancas que dejan los aviones tras su paso, las conocidas como contrails (condensation trails, estelas de condensación). Aunque también son conocidas como chemtrails (contracción de las palabras inglesas chemical trails, estelas químicas) por quienes afirman que este rastro se utiliza para “fumigar” a la población.
Sin embargo, esto es falso. Se trata de estelas de hielo que surgen tras el paso de los aeroplanos por la condensación del vapor de agua que emiten los motores.
La AEMET ha aclarado que se trata de “agua”: los contrails, o chemtrails, son estelas de hielo
Otro usuario anónimo de X mencionó el post viralizado y publicó lo siguiente: “Hola @AEMET_Esp @AEMET_CValencia sois tan amables de decirnos que están haciendo y echando esos aviones? Estamos hasta las narices de ver día sí y día también fumigar los cielos!! Y no habléis de hielo en suspensión que no hay quien se trague eso a no ser que seas un descerebrado” (sic).
Como respuesta, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de la Comunidad Valenciana contestó las estelas están hechas de agua: “lamentamos decepcionarte, pero es agua. Más información en este documento”.
Hola, Susana, lamentamos decepcionarte, pero es agua. Más información en este documento.https://t.co/FdIKoSBqCJ https://t.co/XGgs4zJdrp
— AEMET_C. Valenciana (@AEMET_CValencia) November 28, 2023
El documento al que hacen referencia es que la agencia estatal dedicó a las estelas de condensación. En este, se explica que los contrails no son otra cosa que nubes de hielo que se forman en líneas alargadas que pueden surgir tras el paso de aviones por la condensación del vapor de agua que emiten los motores. “A veces también se forman otro tipo de estelas en la punta de las alas, por condensación del vapor atmosférico a causa de la bajada de presión y temperatura que se produce al paso del avión, pero estas últimas suelen ocurrir en el despegue y el aterrizaje, no durante el vuelo en niveles altos, y duran mucho menos”, destacan.
¿Cómo se forman las estelas?
Desde AEMET señalan que para que se formen las estelas de hielo se tienen que dar determinadas condiciones de temperatura y humedad en el aire. Así, cuando los gases emitidos por los aeroplanos llegar al aire que los rodea, se produce un rápido enfriamiento y, en caso de que haya niveles adecuados de humedad “para que la mezcla alcance la saturación, se producirá la condensación del vapor de ahora”. Que se consiga dicha saturación depende, insisten de la temperatura y la humedad del aire, “así como de la cantidad de vapor de agua y la temperatura de las emisiones del avión”.
Por otra parte, este documento enlaza con una infografía de la NASA en la que se detalla que existen tres tipos de estelas: pasajeras, persistentes y persistentes que se expanden.
¿Son perjudiciales para la salud las estelas?
Desde la Agencia Estatal de Meteorología destacan que el tráfico aéreo actúa como un agente reforzador del clima y que su influencia se puede cuantificar entre un 3% y un 4% del impacto de todas las actividades humanas en el cambio climático “y que no se puede ni mucho menos despreciar”. Sin embargo, esta influencia no guarda relación “con algunas hipótesis pseudocientíficas de ‘fumigación’ para eliminar la posibilidad de lluvia, ni otras similares, sino con el aumento del efecto invernadero”.
De hecho, Greenpeace califica en su web de “teoría de la conspiración” estas narrativas sobre “fumigaciones” sobre los contrails. “Greenpeace no ha encontrado una evidencia sólida que justifique investigar en profundidad si esto es un problema real”, concluyen.
INFOVERITAS verifica que…
Las imágenes viralizadas no muestran supuestas “fumigaciones” de aviones. Se trata de las estelas de condensación que dejan a su paso los aeroplanos. Según AEMET, estas están compuestas de hielo.