Circulan en redes sociales mensajes que aseguran que la Henry Ford Health ‘ocultó’ un estudio sobre vacunación infantil que supuestamente demuestra que los niños vacunados tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas que los niños no vacunados. “La probabilidad de padecer alguna enfermedad crónica a los 10 años de edad fue del 67% en el grupo expuesto a vacunación y del 17% en el grupo no vacunado”, aseguran algunos mensajes.
Este estudio fue presentado durante una audiencia reciente en el Senado de Estados Unidos por Aaron Siri, un abogado que ha representado a Robert F. Kennedy Jr. a la organización anti-vacunación Consent Action Network, para demostrar que los niños vacunados sufrían tasas significativamente más altas de varias afecciones crónicas en comparación con los niños no vacunados, lo que probaría los efectos secundarios de las vacunas. Siri aseguró que el estudio “no fue enviado para publicación precisamente porque encontró el resultado opuesto” y los autores perderían su trabajo si fuera publicado.
Sin embargo, esto es falso. El estudio de la Henry Ford Health presenta fallos metodológicos graves y, por esta razón, nunca fue publicado. Así lo confirman la propia institución.
La institución no publicó el estudio porque no cumple los estándares científicos
El estudio fue dirigido por el doctor Marcus Zervos dentro del Henry Ford Health System en 2020. No obstante, nunca fue revisado por pares y nunca fue publicado ni compartido como pre-print.
La periodista Lauren Weber explicó en su cuenta de X que el portavoz de la institución dijo que el Congreso no le dio a la institución la oportunidad de opinar o testificar. “Al final, este informe no se publicó porque no cumplía ni de lejos con los rigurosos estándares científicos que exigimos, no por los resultados”, confirmó el centro a la periodista.
Es más, la portavoz señaló a Weber que “una revisión inicial del borrador reveló preocupaciones inmediatas y significativas debido a graves fallos en los datos” y que “este informe no fue publicado porque no se acercaba siquiera a cumplir los rigurosos estándares científicos que exigimos”.
Henry Ford Health ofreció la misma respuesta al medio The Guardian: “Este informe no fue publicado porque no cumplía con los rigurosos estándares científicos que exigimos como una institución de investigación médica de primer nivel. Los datos han demostrado sistemáticamente que las vacunas son una forma segura y eficaz de proteger a los niños contra enfermedades potencialmente que alteran la vida.”
El estudio de la Henry Ford sobre vacunas infantiles presenta fallos metodológicos graves
La cohorte del estudio, explica el profesor de la Universidad de Pensilvania Jeffrey S. Morris, incluye a 18.500 niños del Sistema de Salud Henry Ford (Michigan) nacidos entre 2000 y 2016. “Se comparan unos 16 500 vacunados con unos 2000 no vacunados, diagnosticados con múltiples enfermedades crónicas, según consta en los historiales médicos electrónicos de Ford”, señala.
Lo que concluyó el estudio, explica, fue que la tasa general de cualquier enfermedad crónica seleccionada fue aproximadamente 2,5 veces mayor en los niños vacunados. “Para diversos resultados individuales o grupales, muchas estimaciones fueron estadísticamente significativas y se situaron en el rango de 3,0 a 6,0 veces, lo que llevó a los autores a concluir que la exposición a la vacuna en niños se asoció con un mayor riesgo de desarrollar un trastorno crónico de salud”, indica el experto.
Según el profesor de bioestadística Jeffrey S. Morris, “cada característica de la tabla basal difiere con una significancia estadística (P < 0.0001): sexo, raza, peso al nacer, prematuridad, dificultad respiratoria al nacer y trauma en el parto”. Estas diferencias pueden estar asociadas a factores sociales, ambientales o médicos que no se controlaron adecuadamente en el análisis.
El seguimiento desigual es la principal limitación del estudio
No obstante, a juicio del experto, el seguimiento es la principal limitación de este estudio. “La mediana de seguimiento es de aproximadamente 1,2 años (sin vacunar) frente a aproximadamente 2,7 años (vacunados): una duración demasiado corta, especialmente para muchas de estas afecciones, que suelen identificarse por primera vez entre los 5 y los 10 años, una vez que los niños ya están escolarizados”, añade.
De este error también se hacía eco Jake Scott, profesor asociado clínico de enfermedades infecciosas en Stanford y el único médico que sirvió como testigo durante la audiencia. Durante su intervención, señaló que el problema central del estudio era que los niños vacunados tenían el doble de tiempo de seguimiento y más visitas de atención médica que los niños no vacunados. Más visitas de salud significan más oportunidades para ser diagnosticado con afecciones como trastorno de hiperactividad por déficit de atención (TDAH). Scott también explicó que el estudio reporta cero casos de TDAH entre miles de niños no vacunados, un dato, a su juicio improbable, cuando la prevalencia nacional es del 11%.
INFOVERITAS verifica que…
El estudio de la Henry Ford sobre vacunas infantiles que supuestamente prueba que los niños vacunado sufrían tasas significativamente más altas de varias afecciones crónicas en comparación con los niños no vacunados presenta fallos metodológicos graves. La propia institución así lo confirma. Por esta razón, nunca fue publicado.
Fuentes
Declaraciones de Aaron Siri durante la Audiencia sobre vacunas en el Senado de EE.UU.
Declaraciones del médico Jake Scott durante la Audiencia sobre vacunas en el Senado de EE.UU.
Artículo de The Guardian con las declaraciones del portavoz de la Henry Ford Health (10/09/2025)
Perfil de X de Jeffrey S. Morris, profesor de la Universidad de Pensilvania
Cuenta de X de Lauren Weber, periodista del Washington Post