A raíz de un tuit publicado por Mónica García, portavoz de Más Madrid, sobre un mapa de la Agencia Española de Meteorología (AEMET) con fecha del 9 de agosto de 2023, se ha viralizado la respuesta de otro usuario con unos recortes de prensa que indican unas máximas de temperatura en 1876.
El titular dice “EL DÍA MÁS CALUROSO DE NUESTRA HISTORIA El 30 de julio de 1876 Sevilla registró 51 grados y Madrid pasó de los 44”.
Sin embargo, esto requiere contexto. Si bien es cierto que se registraron 51 grados en Sevilla y 44 en Madrid en julio de 1876, las mediciones de entonces son poco fiables, según explica Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ante la consulta de INFOVERITAS.
#Predicción de #temperaturas máximas y mínimas para #hoy y sus variaciones (2/2). https://t.co/nkt7p7WaxU pic.twitter.com/dMAgmASpua
— AEMET (@AEMET_Esp) August 9, 2023
Las mediciones de temperaturas en el siglo XIX son poco fiables
El documento “Resumen de las observaciones meteorológicas efectuadas en la Península y algunas de sus islas adyacentes durante los años del mismo nombre 1876, 1877, 1878, 1879 y 1880”, disponible en el Archivo Climatológico y Meteorológico Institucional (ARCIMIS), recoge que, efectivamente, se registraron 51 grados en Sevilla y 44,2 en Madrid en julio de 1876.
No obstante, Rubén del Campo, portavoz de la AEMET, explica que “no se dispone de la información suficiente de las condiciones en las que fueron realizadas esas mediciones”. Por lo tanto, continúa, no se puede considerar que estas medidas se hayan hecho de forma confiable.
Del Campo informa de que en el siglo XIX aún no se habían estandarizado las garitas meteorológicas, que se empezaron a utilizar a partir de principios del siglo XX hasta prácticamente la actualidad. Las garitas de madera, “o abrigos meteorológicos que protegen frente a la radiación solar”. Sin embargo, los equipos utilizados en el siglo XIX “no garantizaban la total protección frente a la radiación, y es posible que el termómetro se sobrecalentara”.
La existencia de altas temperaturas en el pasado no es la prueba de la inexistencia del cambio climático
Del Campo añade que, aun considerando que los datos fueran válidos, esto no sería óbice para el cambio climático antropogénico. “El cambio climático antropogénico no va de que ahora haya muchas olas de calor y antiguamente no hubiera ninguna”, indica el portavoz de la AEMET. El cambio climático provoca “una mayor frecuencia de olas de calor; los episodios cálidos son mucho más frecuentes como consecuencia del cambio climático antropogénico”. Pero eso no quiere decir que en siglo XIX no pudiera haber olas de calor.
“Por supuesto que las pudo haber, pero, seguramente, insisto, serían mucho menos frecuentes y con temperaturas no tan altas como las de la actualidad”, concluye del Campo.
En la última década, señala, los récords de días cálidos son alrededor de diez veces más frecuentes que los récords de días fríos. Es decir, el cambio climático antropogénico tampoco hace que desaparezcan los períodos fríos, lo que hace es que sean mucho menos frecuentes, comenta.
“Hay que distinguir entre tiempo y clima, una ola de calor puntual a finales del siglo XIX era perfectamente factible, un episodio frío, actualmente, en pleno cambio climático antropogénico, también es perfectamente factible, pero ese episodio frío ahora es mucho menos frecuente y una ola de calor actualmente es mucho más frecuente o probable”, puntualiza el portavoz de AEMET.
INFOVERITAS verifica que…
Las mediciones de 51 grados en Sevilla en julio de 1876, a pesar de estar registradas, son poco fiables. Rubén del Campo, portavoz de AEMET, explica que en el siglo XIX no se utilizaban las garitas con abrigos meteorológicos que las protegían de la radiación solar y prevenían del sobrecalentamiento del termómetro.
Fuentes
Declaraciones de Rubén del Campo, portavoz de la AEMET
Resumen de las observaciones meteorológicas efectuadas en la península y algunas de sus islas adyacentes durante los años del mismo nombre 1876, 1877, 1878, 1879 y 1880