Sarpullidos en manos y pies y en la zona del pañal, ampollas en la boca y un contagio a gran velocidad, lo que las convierte en dos de las enfermedades más temidas para los padres que tienen hijos en la guardería. Son los síntomas de la herpangina. También del virus boca-mano-pie. Pero son enfermedades diferentes. Ambas, eso sí, están causadas por el mismo virus, coxsackie A. Pero, la hepargina se manifiesta principalmente en la boca, mientras que la enfermedad boca-mano-pie, como indica su nombre, afecta a otras partes del cuerpo.
Desde la página web AboutKidsHealth, elaborada por The Hospital for Sick Children, ubicado en Canadá, tanto la herpangina como la enfermedad mano-pie-boca pueden comenzar con fiebre, dolor de garganta y malestar general durante varios días antes de la aparición de los puntos en la boca. Los niños pueden no querer comer y ponerse muy irritables. Los niños mayores podrán quejarse de dolores de cabeza y de garganta, y de falta de energía.
En este artículo, te explicamos las claves de ambas enfermedades para que seas capaz de diferenciarlas, puesto que son dos patologías pediátricas muy comunes.
Herpangina
La Biblioteca Nacional de Medicina del Gobierno de Estados Unidos, MedLine Plus, señala que la herpangina es una enfermedad viral que involucra úlceras y llagas (lesiones) dentro de la boca, dolor de garganta y fiebre. “La herpangina es una infección común de la infancia. Se observa con mayor frecuencia en niños de 3 a 10 años, pero puede presentarse en cualquier grupo de edad”, puntualizan.
La herpangina es causada en la mayoría de los casos por virus de Coxsackie del grupo A. Estos virus son contagiosos. Por ello, es frecuente su contagio en los centros escolares.
Exantema vírico boca-mano-pie
Desde esta institución destacan que el exantema vírico de boca-manos-pie es una infección viral común que en la mayoría de los casos comienza en la garganta. Los síntomas visibles son las llagas que surgen en la boca y la lengua, así como los eccemas que aparecen en las manos y los pies y en la zona del pañal, a diferencia que en la herpangina. No obstante, otros no se aprecian a simple vista, como la pérdida del apetito o la fibre. Un virus llamado Coxsackie A16 lo causa casi siempre. Los niños menores de 10 años resultan afectados más a menudo. Esta enfermedad ocurre generalmente en el verano y principios del otoño.
En ambos casos el virus se propaga cuando un niño toca heces infectadas y se pone la mano en la boca. El virus también puede propagarse a través de los pulmones al toser y estornudar, así como puede sobrevivir sobre superficies y objetos el tiempo suficiente como para contagiar a otra persona. En este sentido, los juguetes o los pomos de las puertas, por ejemplo, también pueden ser un foco de transmisión, así como cambiar los pañales y luego tocarse los ojos, la boca o la nariz.
¿Existe tratamiento?
No, actualmente no hay un tratamiento específico para ninguna de las dos enfermedades. No obstante, como sucede con otras patologías, se pueden aliviar los síntomas con ibuprofeno y paracetamol para el dolor y la fiebre, con líquidos fríos y evitando los alimentos calientes, especiados, picantes, salados o ácidos. En caso de contraer la enfermedad, lo más adecuado es que los niños no acudan al centro educativo o que los adultos no vayan al trabajo, puesto que se contagia muy rápido,
Para evitar contraer estas enfermedades, lo mejor es la prevención. Una correcta higiene de manos, durante 20 segundos al menos, después de ir al baño, tras cambiar un pañal, antes de preparar la comida y de comer, y limpiarse la nariz después de toser o estornudar. También se pueden inculcar estas prácticas de higiene en los hijos y explicarles por qué no hay que llevarse a la boca objetos o las manos.
Fuentes
Biblioteca Nacional de Medicina del Gobierno de Estados Unidos,MedLine Plus