Descripción: En 2024, la confianza en los medios tradicionales en España siguió disminuyendo, mientras que la saturación de noticias negativas llevó a muchos ciudadanos a buscar alternativas como redes sociales e influencers. Este entorno, sumado al auge de la inteligencia artificial, intensificó la desinformación, con deepfakes más avanzados y chatbots propagando bulos. La incapacidad de diferenciar lo verdadero de lo falso se convirtió en un problema crítico.
Entre las principales narrativas desinformadoras de este 2024 destacaron eventos como la DANA en Valencia, que generó caos mediático con imágenes falsas y contenidos generados por IA. También, las elecciones presidenciales en EE. UU. fueron terreno fértil para afirmaciones engañosas, afectando tanto a Kamala Harris como al presidente electo Donald Trump. Por su parte, los conflictos en Gaza y Ucrania, junto con el ataque de Israel al Líbano, exacerbaron la manipulación informativa para justificar posturas bélicas.
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