Seguro que conoces a alguien que lo practica. Un amigo, un familiar, un compañero de trabajo… Muchos de ellos lo descubrieron de casualidad durante la pandemia, otros, en cambio, en algún momento traumático de sus vidas. Los que lo practican de manera habitual ya te habrán contado que están encantados con esta disciplina. No obstante, si eres de los que aún se muestra escéptico porque piensa que el yoga es para gente más mística, es posible que estés influenciado por algunos mitos y malentendidos comunes.
El yoga se ha convertido en una práctica cada vez más popular en la sociedad actual que incluso es recomendada por algunos especialistas médicos. Entre los beneficios que sostienen sus defensores está el control del estrés, la mejora de la salud mental o la disminución del dolor y los síntomas de algunas patologías como la menopausia, detalla el Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIH, por sus siglas en inglés).
De hecho, ¿sabías que lo practican más de 5,6 millones de personas en España? Así lo pone de manifiesto un estudio de Reebok del año 2022 cuyos resultados fueron publicados en un artículo de Cambio 16.
En INFOVERITAS desglosamos cuatro de los mitos más comunes sobre el yoga, basándonos en investigaciones académicas y estudios para ofrecer una visión clara y precisa de esta disciplina.
¿Qué es el yoga?
La palabra «yoga» se ha derivado de la palabra sánscrita Yuj, que significa «unirse». Se trata de una práctica milenaria con raíces que se remontan a la India hace más de 5.000 años. A lo largo de su historia, el yoga ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes culturas y épocas, manteniendo siempre su esencia: la unión del cuerpo, la mente y el espíritu.
Hoy en día, existen diferentes estilos de yoga que se ajustan a las necesidades y preferencias de cada persona. Sin embargo, aún hay quien considera que es un deporte solo de mujeres, o que para ser un yoguini hay que ser una persona espiritual. Te contamos las claves en este artículo.
1. No se debe beber agua antes de practicar yoga
Aunque algunos monitores de yoga recomiendan no beber agua antes de una sesión de yoga porque perjudica al balance de las respiraciones y su efecto en el abdomen, otros consideran que es vital hidratarse, especialmente en el tipo Bikram o hot yoga, que es el que se realiza a altas temperaturas.
Estudios como este, publicado en la National Library of Medicine (Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos) recomiendan beber agua. De hecho, en él se asegura que varios participantes informaron haber experimentado síntomas relacionados con la deshidratación, como confusión, insolación y mareos cuando no ingerían ningún líquido.
2. Es solo para personas flexibles
Mucha gente piensa que se requiere cierto nivel de flexibilidad para hacer yoga, cuando lo cierto es que el yoga es la actividad perfecta para personas que viven en cuerpos inflexibles. El yoga aumenta el rango de movimiento de nuestras articulaciones y alarga nuestros músculos. Como cualquier otro ejercicio, se necesita tiempo y dedicación para ganar flexibilidad. Además, hay muchos tipos de yoga, por lo que algunos requieren un mayor nivel de esfuerzo y otros menos.
Sin embargo, el yoga está diseñado para adaptarse a personas de todas las edades y niveles de flexibilidad. Un estudio publicado en el Journal of Bodywork and Movement Therapies indica que el yoga puede mejorar la flexibilidad con el tiempo, independientemente del punto de partida del practicante. Por lo tanto, no se necesita ser flexible para comenzar; la práctica constante ayudará a mejorar esta habilidad.
3. Es solo para mujeres
Históricamente, el yoga ha sido practicado tanto por hombres como por mujeres y, aunque el primer estudio que se realizó en España sobre practicantes de yoga en el país ponía de manifiesto que más de la mitad eran mujeres (un 64,24% en 2015), la realidad es que ya ha pasado una década desde entonces y el mundo del yoga ha evolucionado a pasos agigantados.
De hecho, cada vez hay más hombres que lo practican. Según este estudio de Yoga Journal y Yoga Alliance, el número de hombres que practica yoga crece año a año: de los cuatro millones que lo practicaban en 2012, a los más de 10 en 2016.
4. El yoga quita la depresión
Aunque el yoga puede ser muy útil para reducir la ansiedad o los síntomas depresivos asociados con situaciones difíciles de la vida, las investigaciones sobre el yoga para los trastornos de ansiedad, la depresión clínica o el trastorno de estrés postraumático (TEPT) son todavía muy preliminares, según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa (NCCIH), perteneciente al Instituto Nacional de Salud de Estado Unidos.
No obstante, el Ministerio de Sanidad de España reconoce que la respiración consciente, uno de los fundamentos de la práctica yoga, podría aliviar la sensación de angustia o estrés a la persona que la realiza, ya que disminuye el ritmo cardíaco y frecuencia respiratoria a nivel físico. Sin embargo, también indican que, “los estudios sobre la respiración consciente deben ser interpretados con cautela, no teniendo garantía de que sus resultados sobre eficacia sean extrapolables a la práctica clínica”. Toda la información relativa a la eficacia y seguridad del yoga en determinadas condiciones clínicas se puede visualizar en el siguiente informe realizado por el propio Ministerio de Sanidad.
Fuentes
Instituto Nacional de Salud de EE.UU.
Asociación Española de Practicantes de Yoga
Journal of Bodywork and Movement Therapies
Primer estudio sobre práctica de yoga en España (2015)
Estudio de Yoga Journal y Yoga Alliance (pág. 4)
Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa (NCCIH)
Nota de prensa del Ministerio de Sanidad de España
Informe técnico de la eficacia del yoga del Ministerio de Sanidad