Hoy, 23 de mayo, se celebra el Día Mundial contra el Melanoma. Esta enfermedad es un tipo de cáncer de piel que afecta a los melanocitos, las células encargadas de producir melanina para dar color a la piel y protegernos de los rayos ultravioleta que proceden del sol. Así se pone de manifiesto en el apartado específico para el melanoma de la web de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), facilitado por la institución tras la consulta de INFOVERITAS.
El Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) de la OMS calcula que, en 2022, se diagnosticaron más de 331.000 casos de melanoma, mayoritariamente en hombres, con casi 180.000, según datos recogidos por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). En España, la cifra de diagnósticos en 2023 fue de casi 6.000, con cifras ligeramente superiores en hombres.
Hay distintos tipos de melanoma, pero el principal síntoma de este tipo de cáncer de piel es la aparición de un lunar nuevo, negro, o irregular, que crece de forma descontrolada. Por eso es fundamental la autoexploración de nuestra piel como una forma de prevención y de atención temprana. Desde INFOVERITAS te damos todas las claves para detectar esta patología.
En primer lugar, ¿qué tipos de melanoma hay?
La AECC divide en cuatro los diferentes tipos de melanoma que existen: de extensión superficial, el léntigo maligno melanoma, el melanoma lentiginoso acral y el nodular.
El primero es el más común en personas de piel blanca. Puede aparecer en cualquier ubicación cutánea, aunque es más frecuente en la espalda y las piernas en mujeres, y en el torso en hombres. Suele darse entre los 30 y los 50 años, y aparece de forma plana e irregular en forma y color, con sombras que varían entre el negro y el marón.
Por otra parte, el léntigo maligno es habitual en personas más mayores y surge en pacientes con piel dañada por el sol en rostro, cuello y brazos. Las zonas de piel afectada son grandes, planas y marrones, con áreas de una tonalidad más próxima al café.
El melanoma lentiginoso acral es el tipo menos frecuente de este cáncer de piel. Aparece en las palmas de las manos o las plantas de los pies, o incluso debajo de las uñas. Es más común en personas de piel negra.
Por último, el nodular es un tipo más agresivo y el segundo más habitual. Puede manifestarse en el tronco, en la cabeza o el cuello, sobre los 50 o 60 años, y comienza a cursar con una zona elevada de color azul o negro oscuro o rojo azulado. No obstante, hay casos en los que no aparece ningún color.
Síntomas del melanoma: la regla ABCDE
Como se ha dicho, una de las principales manifestaciones del melanoma es la aparición de un lunar nuevo, negro, o irregular. Sin embargo, al principio no es habitual que haya molestias u otros síntomas. Los signos de esta patología pueden surgir por el crecimiento incontrolado y la diseminación de los componentes malignos a otras zonas del cuerpo, como los ganglios linfáticos próximos, destacan desde la AECC. Además, cabe destacar, enfatizan desde la entidad, que la mayoría de las personas tiene lunares que son principalmente benignos.
Hay que acudir al dermatólogo en caso de que se observen cambios en un lunar. Por ello, es importante conocer la regla ABCDE, que ayuda a distinguir un lunar de un caso de melanoma. Esta pauta responde a las siglas de asimetría, bordes irregulares, color, diámetro y evolución.
La asimetría se refiere a que una mitad de un lunar no es igual a la otra. Los bordes irregulares son aquellos que aparecen desiguales, borrosos o dentados. Los colores más peligrosos son los rojizos, blanquecinos y azulados sobre lesiones negras. Es necesario prestar atención a que el diámetro de un lunar no mida más de 6 milímetros o se incremente su tamaño por encima de esta medida, y a su evolución, si hay cambios de forma o tamaño.
Prevención y autoexploración
Una de las formas más efectivas para prevenir el melanoma es evitar exponerse a los rayos ultravioleta del Sol, de acuerdo con la Sociedad Americana del Cáncer. Esto se puede conseguir con gestos sencillos, como colocarse a la sombra, utilizar crema solar o gafas de sol para proteger los ojos y la piel sensible que los rodea. Esta institución recomienda también no utilizar los bronceadores artificiales, como las camas o lámparas solares.
En este sentido, desde la Fundación del Cáncer de Piel de Estados Unidos destacan la importancia de la autoexploración para la prevención y la atención temprana del melanoma. La entidad recomienda realizarse autoexámenes cutáneos con la frecuencia suficiente para convertirlos en un hábito, alrededor de una vez al mes; aunque es necesario consultar con un especialista.
Es importante buscar, sobre todo, cambios en la piel. No hay que ignorar ninguna mancha sospechosa porque no duela. En caso de detectar alguno de los signos de alarma, como cambios de color o tamaño en lunares, en su textura, o que sea irregular o mayor de 6 milímetros, hay que acudir al especialista.
Fuentes
Consulta al departamento de prensa de la Sociedad Española de Oncología Médica
Web de la Sociedad Española de Oncología Médica
Síntomas del melanoma, en la Asociación Española contra el Cáncer
Información sobre el melanoma, en la Asociación Española contra el Cáncer