¿Debemos esperar a que se enfríe la comida para poder guardarla en tuppers? ¿Cuánto tiempo es recomendable dejar enfriar un alimento cocinado a temperatura ambiente? ¿Cómo evitar la proliferación de bacterias en los alimentos? Aunque la conversación de alimentos en tuppers no es un invento moderno, las dudas que surgen sobre cómo realizar esta práctica de manera adecuada todavía son frecuentes.
En este artículo, INFOVERITAS, de la mano de dos expertas en el campo de la nutrición, despeja las dudas y desmiente algunas falsas creencias que rodean la conservación de los alimentos.
¿Debemos esperar a que enfríe la comida para poder guardarla en tuppers?
Amparo Bayarri Mayo, directora del Área de Formación de la Academia Española Nutrición y Dietética, especifica que las condiciones en la temperatura a la que los microorganismos mueren y, por ello la contaminación e intoxicación de los alimentos se reduce, es de 65 -70 grados. Así, una medida efectiva para acabar con las bacterias es cocinar los alimentos antes de su consumo. La Asociación Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda cocinar a 70 grados durante dos minutos cualquier producto para garantizar que se destruyan estos microorganismos.
Sin embargo, en caso de no consumir los alimentos al momento y querer conservarlos, Bayarri recomienda guardarlos en la nevera al momento, garantizando las condiciones óptimas de conserva. “La temperatura ambiente, que suele rondar los 37 grados en ciertas épocas del año, es la temperatura idónea para el crecimiento y proliferación de microorganismos”. Profundiza que podemos guardar los cocinados de manera inmediata en el tupper, garantizando así las condiciones óptimas de conserva.
Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos y dietista nutricionista miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética, confirma que se pueden conservar los recipientes con comida caliente en la nevera. No obstante, señala que no supone ningún peligro que estos se atemperen durante un tiempo prudencial. Eso sí, siempre que vivamos en un lugar fresco, no sea verano o primavera, ni las temperaturas sean especialmente altas. En ese caso, a su juicio, “sí es posible conservar los alimentos hasta dos horas fuera del frigorífico”, independientemente del tipo de alimentos, pese a que algunos productos son más sensibles a ser contaminados con microorganismos. En caso contrario, en lugares o durante épocas en los que haga mucho calor, aconseja que no se dejen los alimentos fuera de la nevera más de una hora.
Sin embargo, Amparo Bayarri insiste en que dejar enfriar los alimentos a temperatura ambiente “es un grave error». «A temperatura ambiente es donde más crecimiento bacteriano hay, y por lo tanto más posibilidades de toxiinfección alimentaria”, indica. “Como mucho, se puede esperar a que el alimento cocinado deje de quemar y aún se sienta caliente ya lo dejamos por enfriado”, subraya, para evitar así romper las cadenas de temperatura, tanto de frío como de calor.
¿Es peligroso para el frigorífico guardar los alimentos calientes?
El único pero de guardar los tuppers en la nevera al momento es que el consumo energético del frigorífico será mayor. Esta práctica solo supone un mayor trabajo por parte del electrodoméstico para bajar la temperatura de ese alimento cocinado y un mayor consumo de luz. «Pero antes está la salud”, puntualiza Bayarri. Respecto a la temperatura de refrigeración adecuada para conservar los alimentos, esta se sitúa entre los 4 y 6 grados. Además, “lo ideal es alejarlo del resto de alimentos que se encuentran en el frigorífico”, puntualiza Beatriz Robles.
Existen algunos trucos de toda la vida para conseguir que los cocinados que conservemos en los recipientes herméticos se enfríen antes. Por ejemplo; quitar la tapa del recipiente. Pese a que esta creencia se ha extendido de generación en generación, se trata de una mala praxis. Robles insiste en que, al dejar destapados los recipientes, “corremos el riesgo de que se contaminen, por lo que es fundamental procurar que la cocina esté en unas buenas condiciones higiénicas”. Bayarri también comparte esta visión y recomienda que se tapen para evitar posibles contaminaciones.
No obstante, sí se puede optar por estos otros trucos para acelerar el proceso de enfriamiento: separar en porciones pequeñas; guardar los platos en recipientes poco profundos o escoger acero inoxidable en lugar de vidrio o plástico para que la transferencia de calor sea más rápida.
¿Todos los tuppers sirven para conservar los alimentos?
Beatriz Robles explica al equipo de INFOVERITAS que es importante tener en cuenta la función específica de cada tupper para poder aprovecharlo al máximo de acuerdo con nuestras necesidades. “Debemos identificar los símbolos impresos en la parte inferior o en las etiquetas de los recipientes”, expone. «Existen tuppers diseñados para ser aptos para lavavajillas, para calentar en el microondas y otros con una variedad de funciones», explica.
En el caso de aquellos aptos para la temperatura del microondas, podremos conservar y calentar alimentos de manera segura sin necesidad de cambiarlos de recipiente.
¿Qué ocurre con el dulce, cuánto tiempo aguanta un bizcocho casero a temperatura ambiente? ¿Y en nevera?
Bayarri indica que en ocasiones influyen los ingredientes de la repostería, sobre todo si es casera. En el caso de las harinas, pueden sufrir una contaminación bacteriana por presencia de moho. “Si se puede comprobar a simple vista, podemos saber que no debemos consumir ese bizcocho”, agrega. De todas formas, este tipo de productos, señala, pueden aguantar tres o cuatro días fuera de la nevera. La nevera es el ambiente en el que la conservación sería más segura, alargando hasta cinco o seis días su vida. Estos productos frescos al tener gran contenido en agua favorecen el crecimiento y proliferación de microorganismos.
Para Beatriz Robles, también la repostería puede conservarse en nevera, aunque existen diferencias entre los productos, dependerá de si es un bizcocho seco o húmedo. En el caso de los bizcochos secos podrán guardarse una semana; “claro está que podrá secarse, perderá sus características organolépticas, es decir, la textura y el sabor”, añade. En caso de repostería húmeda que contenga nata o crema podrá conservarse un máximo de dos días y siempre en la nevera.
Fuentes
Declaraciones de Amparo Bayarri Mayo, directora Área Formación Academia Española Nutrición y Dietética.
Declaraciones de Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos y dietista nutricionista miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética.
Página web de la Asociación Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).