El 26 de septiembre comenzó la campaña de vacunación en todas las comunidades autónomas de la segunda dosis de refuerzo contra la COVID-19, adaptada a las nuevas variantes. En esta nota de prensa del Ministerio de Sanidad se pueden ver los detalles de la campaña sanitaria.
Coincidiendo con el arranque de la campaña, la Policía de Sant Joan Moró, un municipio de la Comunidad Valencia, difundió en su cuenta de Facebook un comunicado donde asegura que la vacuna de la COVID-19 es voluntaria, experimental y que se necesita una receta médica y consentimiento informado para recibirla. En este enlace puedes ver la publicación completa.
“Se recuerda a los vecinos del Municipio que la Vacunación de la Covid-19 es VOLUNTARIA y que en ninguna circunstancia se puede obligar a nadie a recibir la vacunación experimental, y que ésta necesita de una receta médica y un consentimiento informado según el Convenio para la protección de los derechos humanos y la dignidad del ser humano con respecto a las aplicaciones de la Biología y la Medicina (hecho en Oviedo el 4 de abril de 1997 BOE num. 251 de 20 de octubre de 1999, páginas 36825 a 36830)”, se puede leer en la publicación.
El mensaje que circula sí es real y fue publicado por este organismo. Sin embargo, el contenido es falso. La vacuna no es experimental, no necesita receta médica ni tampoco requiere de un consentimiento informado para recibir la inoculación.
La vacuna de la COVID-19 no es experimental
El coordinador del Comité Asesor de la Asociación Española de Pediatría (APE), Fran Álvarez, desmiente a INFOVERITAS que la vacuna sea experimental, como se asegura en la publicación.
Este experto detalla que las vacunas autorizadas contra la COVID-19 siguen el mismo desarrollo que el resto de las vacunas que hay en el mercado. La solicitud para comercializarla se presenta a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que evalúa la seguridad, la eficacia y la calidad de la vacuna. Si la EMA emite una recomendación favorable, la Comisión puede proceder a autorizar la vacuna en el mercado de la UE.
Álvarez explica que la vacuna de la COVID-19 se pudo aprobar rápidamente por la inversión sin precedentes que realizaron organismos públicos y privados y porque la mayoría utilizan métodos ya existentes en vacunas para otras enfermedades, lo que facilita también su producción a gran escala.
El experto, apunta que la vacuna no puede ser experimental, sencillamente porque la vacuna ya ha sido autorizada y su uso ha sido probado en miles de personas.
La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) explica en su página web todas las fases necesarias para poder comercializar una vacuna. Antes del ensayo clínico en humanos se realiza una amplia experimentación en animales para comprobar las reacciones adversas y la respuesta inmune que produce.
A continuación, comienzan los ensayos clínicos, donde las vacunas se prueban en personas voluntarias. Los ensayos clínicos se dividen en cuatro fases, siendo las tres primeras las dedicadas a comprobar la seguridad del fármaco, buscar las dosis adecuadas y evaluar la eficacia del mismo en miles de personas, así como conocer sus efectos secundarios.
La última fase o estudio de seguimiento,es donde se examinan los efectos a largo plazo, una vez la vacuna se ha autorizado y ha comercializado a gran escala, a través del sistema de farmacovigilancia establecido en la UE, una medida que se aplica a todos los medicamentos.
En ese artículo informativo se especifica que los fabricantes de vacunas tienen que enviar a la Agencia Europea de Medicamentos un informe de seguridad cada seis meses. En el caso de las vacunas contra la COVID-19, el informe de seguridad tiene que enviarse mensualmente.
Las vacunas son voluntarias y para recibirlas no se necesita una receta médica
Como sucede con el resto de vacunaciones en España, la vacuna frente al coronavirus no es obligatoria, se especifica en este artículo de preguntas y respuestas elaborado por el Gobierno de España sobre la estrategia de vacunación de la COVID-19.
No obstante, Fran Álvarez recomienda a los ciudadanos vacunarse para estar protegidos, ya que se han demostrado eficaces para prevenir la enfermedad grave, las hospitalizaciones y las muertes. En este artículo del Centros de Control para la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) se explica la efectividad de las vacunas.
Por otro lado, es falso que las vacunas estén sujetas a prescripción médica, tal y como asegura la publicación. Este experto señala que, si las vacunas están en el calendario vacunal o de una campaña de vacunación, como es el caso de las vacunas de la COVID-19, “no necesitan ninguna receta médica ya que están prescritas por la autoridad sanitaria”.
Solo en el caso de que la vacuna no forme parte del calendario de vacunación se precisará la correspondiente orden de dispensación. Así lo recoge el Real Decreto 954/2015, de 23 de octubre, por el que se regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros. En este otro enlace se pueden comprobar las vacunas que no se incluyen en el calendario de vacunación.
No requiere consentimiento informado
Fran Álvarez, coordinador del CAV, explica que para recibir la vacuna de la COVID-19 no se requiere firmar ningún consentimiento informado, ya que la decisión de ponerse la vacuna es libre y cada ciudadano acude de manera voluntaria, por lo que se entiende que al acudir a su cita vacunal da el consentimiento.
En la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica se indica que en estos casos el consentimiento es verbal por regla general.
No obstante, en algunos casos sí es necesario que este consentimiento sea escrito: intervención quirúrgica, procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasores y, en general, aplicación de procedimientos que suponen riesgos o inconvenientes de notoria y previsible repercusión negativa sobre la salud del paciente.
Infoveritas verifica que…
El mensaje elaborado por la Policía de Sant Joan Moró sobre la campaña de vacunación de la COVID-19 es real. Sin embargo, el contenido es falso. La vacuna no es experimental, no necesita receta médica ni tampoco requiere de un consentimiento informado para recibir la inoculación.
Fuentes y herramientas
Publicación en el Facebook de la Policía Local de Sant Joan de Moró
Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS)
Artículo con información relativa al sistema de farmacovigilancia establecido en la Unión Europea, publicado en la página web de la Comisión Europea
Declaraciones del coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), Fran Álvarez
Artículo del Centros de Control para la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) sobre la eficacia de las vacunas