Las olas del mar rugen a 50 decibelios. Una conversación, según lo animada que sea, sube a 60. El tráfico de la ciudad llega a los 80/85 decibelios. En España, muchas personas no pueden escuchar algunos de estos sonidos por problemas de audición. Y, según los cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el problema de pérdida auditiva se agrava. Según sus previsiones, una de cada cuatro personas presentará problemas auditivos en 2050 en el mundo.
En el día a día, como hemos visto, estamos expuestos a múltiples ruidos. Según la OMS, se define como ruido cualquier sonido que supere 65 decibelios (dB), y este se convierte en peligroso para la salud auditiva si supera los 75 dB y doloroso a partir de los 120 dB. De acuerdo con el Instituto Nacional de la Sordera de Estados Unidos es muy raro que los sonidos de 70 decibelios o menos causen pérdida de audición, aun cuando uno esté expuesto a ellos mucho tiempo.
Eso sí, “cuanto más alto sea el sonido, más rápido se desarrolla la pérdida de audición inducida por el ruido”, señalan desde esta entidad. Aunque el ruido no es el único factor que puede desencadenar problemas de audición. También afectan, por supuesto, la genética y el envejecimiento, apuntan desde la Clínica Mayo de Estados Unidos.
Por desgracia, “la pérdida de audición inducida por el ruido es el único tipo que es totalmente prevenible”, señalan desde el Instituto Nacional de Sordera de Estados Unidos. En este artículo, con motivo del Día Mundial de la Audición, te damos algunos consejos para promover la salud auditiva.
Auriculares sí, pero a un volumen bajo y durante un tiempo limitado
La exposición a sonidos fuertes provoca pérdida temporal de la audición o tinnitus. Ahora bien, la exposición prolongada o repetida puede dar lugar a daños auditivos permanentes, que desembocan en una pérdida irreversible de la audición. Es por esta razón que se aconseja evitar el uso prolongado de auriculares y que estos estén a un volumen bajo.
“El uso prolongado o diario de auriculares para hablar por teléfono, escuchar música o ver series supone un riesgo, ya que estos dispositivos suelen tener una gran potencia, y, por eso, su uso inadecuado está relacionado con la pérdida auditiva en edades tempranas”, explican desde Gaes Junior.
Sandra Salinas, audióloga del Servicio de Otorrinolaringología de la Fundación Jiménez Díaz (FJD) de Madrid recomienda, en este artículo de Gaes Junior sobre la audición, “mantener el volumen bajo en los dispositivos de audio personales, no usando reproductores de música a más del 60 por ciento de su volumen máximo ni más de una hora el día; utilizar auriculares o cascos bien ajustados y, a ser posible, con cancelación de ruido; y alejarse de la fuente de ruido cuando un sonido sea demasiado fuerte”. Y nunca compartirlos con otras personas.
Otros consejos para cuidar de nuestra audición
La mejor forma de proteger los oídos es no exponerse a ruidos fuertes. Así, si estamos expuestos a estos en el lugar de trabajo, desde la Clínica Mayo aconsejan “usar tapones de plástico para los oídos u orejeras rellenas de glicerina puede ayudar a proteger la audición”.
También es aconsejable extender estos cuidados al tiempo de ocio. Ir en moto de nieve o de agua, cazar, usar herramientas eléctricas o escuchar conciertos pueden dañar la audición con el tiempo. “Usar protectores auditivos o hacer pausas para alejarse del ruido pueden proteger los oídos”, indican.
Y, por supuesto, es fundamental realizar revisiones periódicas para evaluar la salud de nuestro oído. Si existe algún problema de audición, el tiempo es un factor clave.
Fuentes
Organización Mundial de la Salud (OMS)
Artículo de Gaes Junior sobre la audición
Clínica Mayo de Estados Unidos