China vuelve a estar en el punto de mira de la atención sanitaria mundial. A finales de diciembre, según recoge este texto de Reuters, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China anunciaba que estaba probando un sistema de monitoreo para una neumonía de origen desconocido. Estos reportes han revivido un viejo fantasma: la pandemia de la COVID-19, detectada hace cinco años.
Sin embargo, poco después se conocía que los casos detectados son infecciones provocadas por metapneumovirus humano (HMPV, por sus siglas en inglés). A pesar de que es probable que el nombre no le suene, no se trata de un nuevo virus. Según informa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el virus se descubrió en 2001, aunque los estudios serológicos demostraron que “ya circulaba en humanos desde 1950”.
¿Quién es el metapneumovirus humano?
El metapneumovirus (HMPV), según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), puede causar enfermedades respiratorias superiores e inferiores en personas de todas las edades, especialmente entre niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados. Se trata de un virus de la familia Pneumoviridae. Esto es probable que no le suene al público, pero seguramente sí conozcan el virus respiratorio sincitial, de la misma familia.
Como muchos virus respiratorios, como la gripe, por ejemplo, es frecuente durante los meses de invierno. Desde la Organización Mundial de la Salud explican que el HMPV “es un virus respiratorio común que se encuentra que circula en muchos países en invierno hasta la primavera, aunque no todos los países publican por rutina datos sobre las tendencias en HMPV”.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes del HMPV?
Según los CDC, los síntomas comúnmente asociados con el VPH son leves y similares a los de un resfriado común: tos, fiebre, congestión nasal y dificultad para respirar. No obstante, la infección por VPH puede progresar a bronquitis o neumonía. El período estimado de incubación es de 3 a 6 días, y la media de duración de la enfermedad puede variar dependiendo de la gravedad, pero es similar a otras infecciones respiratorias causadas por virus.
Se propaga fácilmente de una persona infectada a través de secreciones nasales (tos, estornudos…), contacto cercano y estrecho, por ejemplo, al darnos la mano, tocando objetos o superficies que tienen los virus en ellos y luego tocando la boca, la nariz o los ojos.
Las medidas para evitar el contagio son las habituales y ya las sabemos. Evitar la transmisión: lavado frecuente de manos, cubrir la boca al toser o estornudar, uso de mascarillas y evitar el contacto, especialmente con personas de riesgo, como bebés, inmunodeprimidos o personas mayores de 65 años.
¿Hay motivo para la alarma?
No. A pesar de la alarma y los viejos fantasmas, desde la OMS señalan que los niveles de infecciones respiratorias agudas reportados en China, incluyendo HMPV, “se encuentran dentro del rango esperado para la temporada de invierno sin que se hayan notificado patrones inusuales de brotes. Las autoridades chinas confirmaron que el sistema de atención médica no está desbordado, que la utilización hospitalaria es actualmente menor que en esta época del año pasado, y no ha habido declaraciones de emergencia o respuestas desencadenadas”.
De hecho, achacan este incremento a las epidemias estacionales de patógenos respiratorios comunes, incluida la gripe, ocurren a menudo durante los períodos de invierno. Nada fuera de lo común.
Fuentes
Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos
Noticia de Reuters
Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos