Claves del Plan de altas temperaturas de Sanidad para verano

Estos días el Ministerio de Sanidad ha presentado la edición de 2024 del Plan nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperatura sobre la salud, un programa que se activa entre los meses de junio y septiembre desde hace 20 años. El principal objetivo de estas medidas pasa por paliar el impacto del calor en la salud de la población. Así lo indican desde la web del Ministerio de Sanidad.

En líneas generales, exponerse a temperaturas altas puede derivar en determinadas complicaciones en el cuerpo humano al provocar una respuesta insuficiente del sistema termorregulador. Demasiado calor puede alterar las funciones corporales si el organismo no puede compensar los cambios de temperatura. Por ejemplo, el calor excesivo desemboca en pérdida de agua y electrolitos, deshidratación, insolaciones o golpes de calor. Además, en pacientes crónicos con ciertos tratamientos y discapacidades que limitan su autonomía, los sistemas de termorregulación pueden verse descompensados.

Para ello, el plan establece unos niveles de riesgo, en función de distintas temperaturas umbrales, y una serie de actuaciones para prevenir los efectos adversos del calor en las personas. Desde INFOVERITAS te damos todas las claves para comprender este programa.

En primer lugar, ¿qué es una temperatura umbral?

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) establece que para establecer un umbral de temperatura es necesario tener en cuenta que los valores “normales” son muy diferentes según la zona, por lo que es preciso marcar distintos límites. Además, también hay considerar que un umbral excesivamente laxo desembocaría en muchas “olas de calor” cada verano, “perdiendo por tanto el carácter de excepcionalidad que se les supone”. Por otra parte, si son demasiado elevados algunos episodios no se detectarían.

El Ministerio de Sanidad ha establecido distintas temperaturas umbrales, por ejemplo, en capitales de provincia, provincias y en lo que han denominado “zonas de meteosalud” (divisiones por zonas de la misma provincia).

Si tomamos como ejemplo Madrid, en la capital de provincia la temperatura umbral es de 34 grados de máxima y 22 de mínima; en la provincia (o comunidad, al ser la Comunidad de Madrid uniprovincial), 36 grados; y en las tres zonas de meteosalud establecidas para la región, a saber, Sierra de Madrid, Metropolitana y Henares y Sur, Vegas y Oeste, 34,1, 35,9 y 35,3, respectivamente.

¿Cómo se calcula el nivel de riesgo?

El plan establece tres niveles de riesgo, 0, ausencia de riesgo (se representa en color verde); 1, bajo (en amarillo); 2, medio (en naranja); y 3, alto (en rojo). Así lo reflejan en la web de Sanidad.

Para calcularlo, se utiliza la diferencia entre la temperatura máxima prevista y la temperatura umbral, siempre y cuando la máxima sea mayor que el umbral, durante tres días. El resultado se multiplica por un factor de riesgo que, para este año, se ha establecido en 1 para todos los días y provincias y zonas, aunque se modificará de cara al futuro según las circunstancias de cada territorio.

Para concluir, se suman ambos valores y el resultado estipula el nivel de riesgo.

¿Qué medidas preventivas incluye cada nivel?

Algunas de las principales medidas de prevención que contempla el plan en los niveles bajos de riesgo, es decir, 0 y 1, pasan por información a la población sobre medidas generales de protección y prevención individuales y en el entorno inmediato, sobre personas y grupos más vulnerables y sobre el significado de niveles de riesgo, aparte de la coordinación entre comunidades y el Ministerio de Sanidad.

En el nivel 2, además de seguir con las medidas de riesgo bajo, se incluye la comunicación inmediata con las regiones, intensificación de la información a ciudadanos, también a la población más vulnerable, y de la coordinación con personal sanitario y sociosanitario.

Y, por último, en el 3, se refuerzan las medidas del 2, refuerzo de la información sobre la implicación del nivel, comunicación inmediata a comunidades autónomas para valorar actuaciones para gestionar el riesgo y la entrada del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias para estudiar la situación.

Factores de riesgo asociados al calor

El Ministerio de Sanidad informa de que existen tres tipos de factores de riesgo que se asocian con las altas temperaturas. Se trata de factores personales, sociales o locales, como la edad (ser mayor de 65 años o lactante y menor de 4); también estar embarazada; padecer enfermedades crónicas, cardiovasculares, mentales o respiratorias; seguir tratamientos diuréticos o tranquilizantes, por ejemplo; la situación personal (personas sin hogar, que viven solas o económicamente desfavorecidas); el alcohol y las drogas; la contaminación; la exposición al calor por motivos laborales o en centros de estudios; o la demografía y la forma de adaptarse a la climatología.

Cómo protegerse de las altas temperaturas

El Ministerio de Sanidad ofrece en su web una serie de pautas para protegerse de las altas temperaturas. La primera recomendación es beber con frecuencia, aun sin tener sed e independientemente del ejercicio físico que se realice. Hay que evitar, asimismo, alcohol, cafeína o bebidas con mucho azúcar.

Es necesario estar lo máximo posible en lugares frescos, como a la sombra o en zonas climatizadas, y refrescarse cuando sea posible. En este sentido, hay que evitar la actividad física al aire libre en las horas centrales del día. También es recomendable utilizar ropa ligera y holgada y que permita la transpiración.

Es importante no dejar a nadie en un coche aparcado y cerrado y consultar a un especialista en caso de que síntomas relacionados con altas temperaturas duren más de una hora. Así, hay que guardar las medicinas en un lugar fresco, ya que el calor puede alterar composición y efectos.

Y en cuanto a la alimentación, se recomiendan comidas ligeras que aporten las sales que se pierden en la sudoración, como ensaladas, frutas o verduras.