Estos días se ha celebrado en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York (ciudad de Estados Unidos) un evento llamado Cumbre del Futuro. Esta reunión ha juntado a los líderes mundiales “para forjar un nuevo consenso internacional a fin de mejorar el presente y salvaguardar el futuro”, expresan en la página web del encuentro. La Cumbre se ha saldado con la adopción de dos iniciativas que hacen mención a la desinformación: el Pacto para el Futuro y su anexo, el Pacto Digital Mundial.
Dada la relevancia de estos acuerdos, desde INFOVERITAS damos las claves para entender el peso que tiene la desinformación en los pactos acordados por la ONU en la Cumbre del Futuro.
¿Qué es el Pacto para el Futuro?
De acuerdo con lo expuesto en la web del pacto, esta iniciativa es un acuerdo que se ha negociado intergubernamentalmente y que los hechos pasen a la acción. El plan no sólo recoge iniciativas para paliar la desinformación, sino que aborda temas como el desarrollo sostenible y su financiación; la paz y la seguridad internacionales; la ciencia, la tecnología y la innovación y la cooperación digital; la juventud y las generaciones futuras y la transformación de la gobernanza mundial. En total, incluye 56 acciones.
¿Qué es el Plan Digital Mundial?
El objetivo de este plan es “establecer un marco mundial inclusivo, fundamental para la acción de múltiples partes interesadas necesaria para superar las diferencias en materia digital, de datos y de innovación”, destacan en su web. Está previsto que este proyecto implante los “principios, los objetivos y las medidas para avanzar hacia un futuro digital abierto, libre, seguro y centrado en el ser humano para todos, basado en los derechos humanos universales y que permita alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
¿Qué medidas recoge en materia de desinformación?
Esta parte del proyecto hace especial hincapié en la problemática de la desinformación. Si bien no ofrece grandes soluciones para dicha lacra. Dentro del objetivo número 3 llamado “Fomentar un espacio digital inclusivo, abierto y seguro que respete, proteja y promueva los derechos humanos”, el plan urge a “contrarrestar y abordar todas las formas de violencia, incluida la violencia sexual y de género, que se producen o amplifican por el uso de la tecnología, todas las formas de discurso de odio y discriminación, las informaciones erróneas y la desinformación, el ciberacoso y la explotación y los abusos sexuales de menores. Estableceremos y mantendremos estrictas medidas de mitigación de riesgos y vías de recurso que también protejan la privacidad y la libertad de expresión”.
Dentro de este mismo objetivo, la iniciativa expresa que se trabajará para promover la integridad de la información, la tolerancia y el respeto en el espacio digital, así como para proteger la integridad de los procesos democráticos. “Reforzaremos la cooperación internacional para hacer frente al problema de las informaciones erróneas, la desinformación y el discurso de odio en el entorno digital y mitigar los riesgos que plantea la manipulación de la información, de manera compatible con el derecho internacional”.
Alfabetización mediática y desinformación
Este objetivo es el que más resalta la problemática de la desinformación. En este sentido, en otro apartado especifica el compromiso con el diseño y la implementación de “planes de estudio para la alfabetización mediática e informativa a fin de que todos los usuarios tengan las destrezas y los conocimientos necesarios para interactuar sin riesgo y con espíritu crítico con los contenidos y con los proveedores de información, y para mejorar la resiliencia frente a los efectos nocivos de las informaciones engañosas y la desinformación”.
A esto está también orientado otro de los apartados del mismo objetivo, que insiste en la necesidad de “proporcionar, promover y facilitar el acceso a información independiente, fáctica, oportuna, específica, clara, accesible, multilingüe y con base científica y su difusión para contrarrestar las informaciones erróneas y la desinformación”.
El documento, asimismo, también se propone alentar a las entidades de las Naciones Unidas a que, en colaboración con los Gobiernos y las instancias pertinentes, evalúen el modo en que las informaciones erróneas y la desinformación afectan al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Por último, se exhorta con urgencia a las plataformas de medios sociales a que permitan a los investigadores acceder a los datos, con salvaguardias sobre la privacidad de los usuarios, con el fin de garantizar la transparencia y la rendición de cuentas al recopilar datos sobre el modo de hacer frente a las informaciones erróneas, la desinformación y el discurso de odio que puedan servir de base para las políticas, normas y mejores prácticas gubernamentales y sectoriales.