Hoy, 14 de septiembre, se celebra el Día Mundial de la Dermatitis Atópica. Esta es una enfermedad crónica e inflamatoria de la piel que aparece con frecuencia en los pacientes infantiles, de acuerdo con lo expuesto por el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de Estados Unidos.
Los principales síntomas que envuelven esta patología son la piel seca y agrietada, picores o, entre otros, piel sensible por rascarse, destacan desde la Clínica Mayo.
Aunque las manifestaciones de la dermatitis atópica puedan parecer aparentemente sencillos, la patología tiene unas implicaciones mucho más profundas y desde diferentes perspectivas para los pacientes cuyo cuadro es más grave. Para arrojar algo de luz sobre la situación de estas personas, y con motivo de la celebración de esta efeméride, desde INFOVERITAS hemos contactado con expertos para dar a conocer las consecuencias de la dolencia severa.
En primer lugar, ¿cuál es el origen de la dermatitis atópica?
El doctor José Carlos Armario, coordinador del Grupo de Dermatitis de Contacto y Alergia Cutánea de la Academia Española de Dermatología y Venereología, responde que la dermatitis atópica es una enfermedad cuyo origen tiene muchos factores. Hay un componente genético, “de hecho, tenemos asociación familiar, es normal que dentro de la familia haya varias personas afectadas, porque el tipo de piel que tienen es parecido”.
Este experto explica que la piel está recubierta de un manto graso que protege y que se produce como consecuencia de la secreción de las glándulas de la piel. “Esas glándulas funcionan de una manera un poco diferente, y de forma constitucional esa piel es más seca, por lo cual es más irritable”.
Por último, hay un factor inflamatorio de origen inmune, no alérgico. “Aunque es más frecuente que la dermatitis atópica aparezca en pacientes que además tiene alergia, en forma de conjuntivitis, asma… la atopia en sí misma no es una alergia, sino una enfermedad inflamatoria de origen inmunológico en la que además existe una alteración de la función barrera de la piel”.
¿Se puede prevenir la dermatitis atópica?
El doctor Armario destaca que la dermatitis atópica no se puede prevenir totalmente, pero existen algunas vías que pueden ayudar a mantener una piel más hidratada, menos seca, y a restituir la función de barrera. Con esto se ayuda a prevenir la aparición de brotes.
“Hay atopias muy leves y atopias muy graves”, amplía. En las leves, “las medidas de cuidado sí que ayudan mucho. Muchas veces son suficientes para mantener a un paciente bien”. Este tipo de afectados necesita hidratación diaria con una crema hidratante que les restaure la piel seca. Deben evitar las prendas de lana, porque el tejido tiene microfibras que les irritan, y usar fundamentalmente algodón. También han de evitar los cambios bruscos de temperatura, y sobre todo temperaturas muy altas, porque “cuando tienen mucho calor, la piel pica más”.
Medidas para aliviar los síntomas
Como se ha dicho anteriormente, la dermatitis atópica afecta mucho a niños, “y yo les digo a los padres que intenten que duerman en habitaciones atemperadas, que no estén con mucho frío, a 22 grados, pero que no estén muy tapados. Son niños que se destapan por la noche porque el calor les aumenta el picor. Les digo que no usen sábanas de franela”.
El cuadro de esta patología mejora con exposición a agua de mar y luz de sol, asevera este experto. “La combinación de agua salada y sol ayuda mucho”. Por otro lado, los más pequeños “se quejan de que después del ejercicio físico tienen más picor, que muchas veces la familia te dice que es porque el sudor le da reacción. No, es porque cuando haces ejercicio aumenta la temperatura. Entonces, son críos que pueden hacer deporte normalmente, pero que cuando llegan a casa tienen que ducharse o bañarse porque al hacerlo y ponerse la crema hidratante después bajan la temperatura y restauran la piel seca”.
“Los pacientes leves con hacer estas cosas mejoran como para estar fenomenal. Pacientes moderados y severos evidentemente van a necesitar tratamiento médico. Pero sí que se pueden hacer cosas para mejorarlo”, concluye el doctor Armario. “Lo que no se puede hacer, porque no sirve para nada, es intentar evitar cosas”. Es decir, achacar los síntomas a algo que se come o se toca. “No, con la dermatitis atópica no hay nada que pueda eliminar de mi vida porque es lo que está provocando puntualmente la reacción, esto no es una reacción alérgica”.
¿Cuáles son los tratamientos?
Los médicos de familia o los pediatras pueden manejar a los pacientes con dermatitis atópica leve. Para los pacientes con cuadros moderados y severos, “el mejor tratamiento que tienen es ir al dermatólogo, porque tenemos que personalizar los tratamientos”, afirma este experto.
Existe una escala de intensidad en la terapia, en función de la severidad del paciente. Los cuadros leves normalmente se pueden controlar con tratamientos tópicos, como cremas tópicas, que pueden ser corticoides o inmunomoduladores (cremas capaces de modular la respuesta inmune local).
Sin embargo, “en pacientes más graves necesitamos tratamientos orales con distintas alternativas. Hemos tenido avances muy importantes en los últimos años con la introducción de nuevos fármacos que están ayudando a resolver, y cuando digo resolver es resolver, las formas más severas de la atopia”.
Implicaciones de la dermatitis atópica grave
La forma grave de la atopia es “realmente un quebrante para la salud y la calidad de vida”. Esta enfermedad “pica sin piedad, es la que más picor produce en la dermatología”. Cuando se padece una dolencia “que pica muchísimo, no puedes descansar, no puedes dormir. Es habitual que estos pacientes duerman mal, asocien cuadros de ansiedad y depresión, que fracasen en sus actividades laborales, porque tienen absentismo o presentismo (asistir al puesto de trabajo, pero no trabajar), y escolares, porque estudiar con sueño es imposible”.
Además, el picor dificulta la concentración, y si los pacientes se toman un antihistamínico para bajarlo, “algunos producen sueño y otros, disminución de la retención a corto plazo”.
Los cuadros graves de dermatitis atópica afectan a los pacientes “hasta el punto de que condiciona su desarrollo profesional y vital. Tener alternativas terapéuticas es de las cosas más importantes que nos han pasado en el campo de este grupo de enfermedades desde hace muchos años”.
Fuentes
Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de Estados Unidos
Declaraciones del doctor José Carlos Armario, coordinador del Grupo de Dermatitis de Contacto y Alergia Cutánea de la Academia Española de Dermatología y Venereología