A pesar de su rareza, existen 158 millones de individuos pelirrojos, esto es aproximadamente el 2% de la población mundial. La mayor concentración de personas pelirrojas se da en Escocia (13%), seguida de Irlanda (10%). No obstante, esta singularidad no significa que los pelirrojos vayan a extinguirse en los próximos años, contrariamente a lo que asegura la creencia popular.
Ser o no ser pelirrojo, como decía Shakespeare, es cuestión de genética. Por tanto, la desaparición de los pelirrojos solo sería posible si estos genes dejasen de transmitirse. Es decir, que los humanos pelirrojos dejaran de reproducirse. Algo que, por el momento, es poco probable.
Desde el 2006, cada 7 de septiembre se celebra el Día Mundial del Pelirrojo, para visibilizar lo especial de su pelo. Con motivo de esta efeméride, desde INFOVERITAS ofrecemos algunos datos curiosos sobre los pelirrojos.
Para empezar, ¿qué hace diferentes a los pelirrojos?
Ser pelirrojo es cuestión de genética. Cabe recordar que, normalmente, tenemos dos copias de cada gen, la que heredamos de nuestro padre y la que heredamos de nuestra madre. “La mayoría de mutaciones son recesivas, es decir, no manifiestan su efecto mientras siga existiendo una copia funcional, y para que se haga patente el efecto de la mutación ambas copias deben estar mutadas”, señala el investigador Luis Montoliu en el texto “Genes, colores y pelirrojos”, publicado en Naukas.
En el caso de los pelirrojos, también se trata de una variante recesiva. “Para poder serlo los dos alelos del gen MC1R que recibimos de nuestros progenitores deben ser disfuncionales. Si solo uno no funciona seremos rubios o morenos, de ahí que dos padres de pelo castaño puedan tener hijos pelirrojos”, explica en este artículo Juan José Tellería, miembro de la junta de la Asociación Española de Genética Humana (AEGH) y del Laboratorio de Genética del Instituto de Biología y Genética Molecular (UVA/CSIC) de Valladolid.
De acuerdo con la teoría, una pareja cuyos dos integrantes solo tengan copias funcionales del gen MC1R habitualmente “no tendrán un hijo pelirrojo ni transmitirán mutaciones a su descendencia”, precisa Montoliu en su artículo. Sin embargo, si la pareja de una persona pelirroja es, además, portadora, “en cada embarazo tendrá una probabilidad del 50% de tener un hijo pelirrojo, o aproximadamente la mitad de sus hijos serán pelirrojos”, agrega. Y, por supuesto, si ambos miembros de la pareja son pelirrojos “todos sus hijos también lo serán”, concluye.
No obstante, no todo es tan sencillo. “Existen al menos ocho diferencias genéticas adicionales que se asocian al pelo pelirrojo, muchas de las cuales controlan cuándo se activa o desactiva el receptor de melanocortina 1 (MC1R)”, agrega Karen E. Heath, coordinadora del Instituto de Genética Médica y Molecular (INGEMM) del Hospital la Paz y miembro de la junta del Asociación Española de Genética Humana (AEGH).
¿Cuándo se descubrió el “gen pelirrojo”?
Karen Health señala que el “gen pelirrojo”, o en versión técnica, la presencia de mutaciones en el gen MC1R, “se comunicó por primera vez en 1995, pero ya se sabía desde hacía tiempo que los ratones con una mutación en MC1R mostraban un color de pelaje rubio rojizo en lugar del color de pelaje negro de pigmentación oscura”.
Normalmente, se asocia el pelo rojo con los países del norte de Europa. Esto también tiene su explicación. La mutación no solo afecta al tono de pelo, también se asocia con una piel más clara y pecas en la cara. Esto, por ejemplo, resulta fundamental para provechar el poco sol que reciben en dichas regiones para producir la cantidad necesaria de vitamina D. Así, la piel no bronceada asociada al pelo rojo puede ser una desventaja en países donde hay mucho sol. En África, por ejemplo, el pelo rojo es una desventaja porque los altos niveles de sol dañan la piel pálida.
“Los pelirrojos pueden volverse más comunes por deriva genética. Esto ocurre cuando se produce un cambio en la frecuencia de una mutación/variante genética existente en una población debido al azar. La deriva genética puede hacer que las variantes genéticas desaparezcan por completo y reducir así la variación genética. También puede hacer que los alelos inicialmente raros se vuelvan mucho más frecuentes e incluso fijos”, detalla Karen E.Heath.
¿Qué ventajas y peligros tienen los individuos pelirrojos?
La Clínica Mayo de Estados Unidos explica que la piel de las personas pelirrojas se quema fácilmente al sol. “Tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de piel, incluido el melanoma, debido a su predisposición genética a producir mayores niveles de feomelanina, lo que les hace más susceptibles a los daños solares”, explica Karen E. Heath, coordinadora del Instituto de Genética Médica y Molecular (INGEMM) del Hospital la Paz y miembro de la junta del Asociación Española de Genética Humana (AEGH).
Sin embargo, aunque son más susceptibles a las quemaduras solares, “los pelirrojos tienen una notable capacidad para sintetizar la vitamina D, mejor que la mayoría”, agrega la experta.
Y otra curiosidad: es probable que las personas pelirrojas sean más sensibles al dolor. “Esto se debe a que la mutación genética (MC1R) que provoca el pelo pelirrojo se encuentra en el mismo gen relacionado con los receptores del dolor. También significa que los pelirrojos suelen necesitar más anestesia para procedimientos dentales y médicos. Sin embargo, los resultados aún no son concluyentes”, concluye la investigadora
Fuentes
Declaraciones de Karen Heath, coordinadora del Instituto de Genética Médica y Molecular (INGEMM) del Hospital la Paz y miembro de la junta del Asociación Española de Genética Humana (AEGH).
Texto “Genes, colores y pelirrojos” del investigador Luis Montoliu, publicado en Naukas
Página web de la Clínica Mayo de Estados Unidos
Artículo Juan José Tellería, miembro de la junta de la Asociación Española de Genética Humana (AEGH) y del Laboratorio de Genética del Instituto de Biología y Genética Molecular (UVA/CSIC) de Valladolid sobre los pelirrojos