Adiós a la mascarilla en los medios de transporte. Los pasajeros de metro y autobús viajan, por primera vez en meses, sin el símbolo de la pandemia. El Boletín Oficial del Estado (BOE) recoge el decreto por el que se modifica la obligatoriedad del uso de la mascarilla.
A partir de hoy, 8 de febrero de 2023, se elimina el uso obligatorio de la mascarilla en los medios de transporte: autobuses, metro, trenes o avión. Tampoco se exigirá en ópticas, centros auditivos y establecimientos de audio protésicos.
No obstante, según recoge el Gobierno en una nota de prensa, se aconseja su uso a las personas que presentan sintomatología compatible con una infección respiratoria aguda y a las personas vulnerables; así como en espacios cerrados y en eventos multitudinarios y reuniones familiares en función de la vulnerabilidad de los participantes.
De hecho, desde la Clínica Mayo ubicada en Estados Unidos señalan que “las mascarillas combinadas con otras medidas preventivas como vacunarse, lavarse las manos con frecuencia y el distanciamiento físico, pueden ayudar a hacer más lenta la propagación del virus que causa la COVID-19.”
¿Dónde será todavía obligatorio el uso de la mascarilla?
Se mantiene su uso en centros y servicios sanitarios. En este punto entran los hospitales y los centros de salud, pero también las visitas a especialistas (dentista, fisioterapeuta o psicólogo).
También se mantiene la obligatoriedad en las residencias de mayores, tanto para los trabajadores como para los visitantes, ya que pueden transmitir el virus en un espacio donde la probabilidad de transmisión es elevada. Sin embargo, no tienen que llevarlas las personas que residen en el centro.
¿Hay alguna excepción? Las mismas que hasta la fecha: personas con problemas respiratorios o cuando las acciones son incompatibles con su uso.