Concebir un hijo es un proceso complejo y en algunas ocasiones las dificultades pueden conducir a caer en creencias absurdas o hábitos que podrían atentar contra la salud de la madre o la del embrión. Escoger la fecha de concepción para influir en el sexo del futuro bebé, tomar suplementos alimenticios o alimentos específicos para facilitar la concepción o practicar la abstinencia sexual son solo algunas de las falsas creencias que todavía persisten en la sociedad para quedarse embarazada. Con motivo del mes de la fertilidad, desmentimos lo mitos que todavía siguen vigentes.
La abstinencia sexual para acumular más espermatozoides y óvulos
Falso. La creencia generalizada es que los períodos largos de abstinencia pueden mejorar la calidad del esperma y de los óvulos. Sin embargo, la doctora Rafaela González, directora de Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Almería y Antonio Gosálvez Vega, director de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y Quirónsalud San José, explican que la abstinencia sexual no influye en la cantidad o calidad de los óvulos. De hecho, todo lo contrario, “cuantos más días de abstinencia, peor será la calidad del esperma”, señala la comunidad online Reproducción Asistida ORG.
El doctor Antonio Gosálvez defiende que la capacidad de regeneración es muy extensa, “basta con 24 horas para que la muestra de semen sea tan buena como siempre”. Los óvulos, por el contrario, no se pueden acumular, se pierden por envejecimiento. Por lo que la abstinencia carece de sentido, ya que nada tiene que ver con la calidad, ni el desgaste. Para la doctora Rafaela González “la muestra de esperma estará en sus mejores condiciones cuando el hombre ha mantenido entre 2 y 5 días de abstinencia”.
Elevar las piernas tras mantener relaciones sexuales
Falso. La doctora González explica que, dada la densidad del eyaculado, el esperma puede adherirse a la vagina y al cérvix, desde donde los espermatozoides iniciarán su ascenso a través del útero. “La parte que se mantiene adherida en el interior debería ser suficiente para conseguir un embarazo sin necesidad de que la mujer adopte posiciones corporales especiales”, añade.
El doctor Antonio Gosálvez explica que el esperma que puede perderse contiene secreciones y aire, por lo que no tiene ninguna implicación en la fertilidad ni tiene trascendencia en la fecundación humana.
La suplementación de omega 3 contribuye a la mejora de la fertilidad
Falso. El doctor Gosálvez sostiene que llevar una dieta occidental, entendida esta como una alimentación con altos excesos de ultra procesados, carbohidratos y carne roja, suplementada con omega 3 no contribuye a la mejora de la fertilidad. La alimentación es efectiva en caso de que se acompañe en conjunto con hábitos saludables (dieta sana, practicar ejercicio moderado, no beber ni fumar, control del estrés…). La doctora Rafaela González apoya esta idea “una dieta variada, saludable y rica en omega 3 es beneficiosa para la salud en general y no perjudicaría a la fertilidad”.
El calendario chino acierta con el sexo del bebé
Falso. No existe ningún método natural para averiguar el sexo del bebé, ni para influir que el bebé sea niño o niña. El doctor Gosálvez destaca que ni el calendario chino, ni la forma de la barriga, la luna, ni el momento del ciclo durante el que se concibe el bebé ni ninguna de las falsas creencias extendidas sobre este tema tienen respaldo científico.
En la actualidad, la única forma de anticiparse a este conocimiento es mediante una ecografía. “A partir de la semana 12 se puede tener una orientación y desde la semana 16 se sabe con total precisión”, sostiene este experto. En el caso de fecundación in vitro, la doctora González explica que también se puede conocer el sexo del bebé si se realiza un estudio genético preimplantacional de los embriones.
La edad es un factor de riesgo para quedarse embarazada
Verdadero. La doctora González detalla que las mujeres nacen con todos los óvulos que se van a ir utilizando a lo largo de la vida, todos con la misma calidad. Sin embargo, pierden eficacia con la edad. “A partir de los 35 esta curva de descenso de la calidad se va acentuando drásticamente”, señala. El doctor Gosálvez expone que, por lo general, las mujeres de 40 años tienen ocho veces menos posibilidades de embarazo que una mujer de 20.
En la actualidad, existen métodos para preservar la fertilidad, como vitrificando ovocitos, indica Rafaela González. Pueden ser de gran utilidad, pero, tal como destaca el doctor Gosálvez, “no podemos hablar de fórmula infalible”. Iniciando esta práctica antes de los 35, la calidad de los óvulos es más eficaz. “Si congelas óvulos con 30 años las probabilidades de gestación cuando realices un tratamiento de FIV serán las mismas que hubieras tenido con 30 años si has mantenido una adecuada salud y tu útero mantiene unas condiciones óptimas”, explica la doctora.
¿Cómo afectan las ondas electromagnéticas?
Existen algunas teorías sobre el efecto negativo de las ondas electromagnéticas de algunos electrodomésticos o las radiaciones de los teléfonos móviles sobre la fertilidad. Sin embargo, el doctor Antonio Gosálvez determina que los efectos sobre la fertilidad son más bien secundarios.
Eso sí, el doctor revela que, en los entornos industrializados la capacidad reproductora de la población está disminuyendo. Esto se debe a la calidad del aire perjudicada por los pesticidas y componentes tóxicos que se encuentran en el ambiente.
Los Institutos Nacionales de Salud del gobierno de los Estados Unidos secundan esta afirmación. Un estudio realizado en febrero de 2023 demuestra que la fertilidad se ve alterada por diversos pesticidas. Si bien en este estudio se analizan los efectos dañinos de los teléfonos móviles, la doctora Rafaela González tranquiliza a los progenitores y a los futuros padres: “Una exposición normal no tiene un impacto relevante sobre la capacidad reproductiva”.
Fuentes
Declaraciones de la doctora Rafaela González, directora de Instituto Valenciano de Infertilidad en Almería
Declaraciones del doctor Antonio Gosálvez Vega, director de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y Quirónsalud San José.