Imagina que un señor italiano, aparentemente elegante y atractivo, te contacta a través de una red social. Está tremendamente interesado en ti y te envía su teléfono para conocerte mejor. Empezáis a mantener conversaciones de manera diaria, incluso con videollamadas, y a crear un vínculo cada vez más estrecho.
Un día te dice que tiene problemas en su trabajo y que por ese motivo no podéis veros en persona, ya que debe arreglar primero sus asuntos laborales. Son tales las ganas que tienes por conocerle que decides hacerle un ingreso de 3.000 euros. Finalmente quedáis presencialmente y en ese momento te empieza a hablar de una propuesta para hacer crecer su negocio, con el que puede duplicar sus ganancias en un par de días, pero que para ello necesita una ayuda de 4.000 euros y que, si se lo prestas, él te lo devolvería pasados unos días. Cedes y se lo prestas. Al cabo del tiempo el hombre desaparece y tú habrás acabado atrapada en su tela de araña con 7.000 euros de pérdidas.
Esta es la historia de Blanca Frías, directora de la Asociación Nacional Contra la Estafa con Manipulación Emocional (Anceme), quien decidió crear la entidad a raíz de la mala experiencia personal que sufrió con Angelo y con la que INFOVERITAS ha tenido oportunidad de hablar para clarificar este tipo de fraudes.
“Todo comienza con un mensaje inocente”
El de Blanca es tan solo uno de los múltiples casos de estafas del amor. El más reciente mediáticamente ha sido el de los tres hermanos de Morata de Tajuña, en Madrid, que aparecieron calcinados en su casa tras contraer una deuda con el autor del crimen Dilawar Hussain, un pakistaní que prestó a una de las hermanas entre 50.000 y 60.000 euros para pagar a sus enamorados, unos ciberdelincuentes que se hacían pasar por militares estadounidenses.
Desde Anceme nos recuerdan el modus operandi: “Todo comienza con un mensaje aparentemente inocente en el que escriben cosas como ‘Hola, buscando a un amigo me he encontrado con tu perfil y me ha encantado lo que he visto, eres hermoso/a’ o una equivocación como ‘Hola, cuánto tiempo, cómo estás?’ y un segundo mensaje ‘Uy, lo siento, me equivoqué’”. De esta manera, los estafadores buscan entablar una relación con la víctima con el objetivo de ganarse su confianza para después comenzar con el engaño, que provocará las continuas entregas de dinero con motivo de las repetitivas dificultades por las que atravesará el estafador y que son las que impiden el encuentro en persona.
Fases y rasgos generales de los estafadores del amor
Los estafadores generalmente son viudos que viven en el extranjero y que siempre tendrán una excusa para explicar por qué están allí. Según explican desde Anceme, “dirán, por ejemplo, que están haciendo el servicio militar, trabajando como ingeniero o cuidando a un amigo o a un familiar. Nunca son quienes dicen ser y algunos estafadores astutos incluso pueden enviar pequeños regalos. Esto es solo parte del gran plan para sacarle aún más dinero en el futuro”, detallan.
Tal y como aclaran desde Anceme, existen cuatro fases en el modus operandi de todo estafador o estafadora emocional:
- La primera es el love bombing, una técnica psicológica que usan estos estafadores para seducirte y enredarte en su tela de araña.
- La segunda fase es el engaño. En esta fase el estafador esquivará todos los intentos de conocer en persona a la víctima poniendo de excusa sus problemas personales.
- La tercera de estas fases es la del desenmascaramiento, cuando la víctima descubre al estafador, es la fase más conflictiva de las cuatro. “Mientras la víctima vivía engañada todo iba bien. La cosa cambia cuando se descubre su verdadera cara ya que es cuando empiezan las amenazas, chantajes y violencia verbal e insultos hacia la víctima”, añaden. “Llegan a crear terror para después desaparecer y esfumarse como el humo”.
- Entra en juego la cuarta y última de las fases: el abandono y desaparición. La manera brusca y fulminante de cómo desaparece y su último mensaje con un “se acabó y te bloqueo”, un silencio repentino que “deja paralizada, bloqueada y congelada a la víctima”.
Los ciberdelitos, una estafa en auge
La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos cifró en 547 millones de dólares las pérdidas totales de víctimas de estafas de romances en 2021. A diferencia de otros países que sí llevan años luchando activamente contra estas estafas, en España no existen demasiadas cifras o estadísticas de víctimas de estas estafas, tal y como confirman desde Anceme. Un estudio de referencia es el realizado por la Universitat Oberta de Cataluña (UOC), que cifra en 375.506 los ciberdelitos que se produjeron en 2022. “Esta realidad confirma que internet es un escenario donde los delincuentes en línea se encuentran más cómodos”, aseguran desde la asociación.
La escasez de cifras son tan solo una de las carencias que existen en torno a la lucha de las ciberestafas amorosas. Anceme tiene claro que se necesitan cambios legislativos que permitan la persecución y tratamiento judicial de estos delitos. Por ejemplo, “que el delito de estafa con manipulación emocional, sea online o no, esté tipificado en nuestro Código Penal y con penas superiores a la estafa económica, ya que en las estafas emocionales las consecuencias son económicas y psicológicas son las más difíciles de cuantificar y corregir”, sentencian.
“Tomar conciencia de que todo ha sido una estafa que se ha producido mediante un abuso constante de manipulación emocional, deja a cualquier persona no solo con sus cuentas bancarias vaciadas, sino con secuelas psicológicas propias de cualquier experiencia traumática (depresión aguda, alteraciones del sueño, estrés postraumático severo, angustia, ansiedad, etc..) que requieren de tratamiento psicológico largo y constante. Además de estas secuelas, a las víctimas de estafas del amor se les añade un conjunto de sentimientos negativos hacia su persona: la culpa, la vergüenza, baja autoestima, cuestionándose su propia capacidad intelectual, cognitiva y de juicio”.
Si sospechas ser víctima de una estafa del amor, atento a estos consejos
Aunque puede tratarse de una experiencia muy traumática para la víctima, hay algunos aspectos esenciales que pueden ayudar a prevenir las pérdidas económicas. En primer lugar, recuerda Frías, lo principal es tomarse “todo el tiempo necesario” para buscar a esa persona en internet: por su nombre o por sus fotos a través de aplicaciones de búsqueda inversa, herramienta que hemos explicado cómo funciona en cada uno de nuestros artículos de verificación (pinchando en la imagen con el botón derecho del ratón y dándole a Buscar imagen con Google). Otro aspecto que hay que tener en cuenta es el número de fotografías que ha subido el estafador a su perfil, la escasa actividad en dicha red social, el bajo número de amistades y la escasa interacción en sus publicaciones “son indicadores de perfiles falsos”.
Desde la asociación insisten en que es fundamental contarlo a los seres queridos porque son los que más van a escuchar sin juzgar. “Yo tardé cuatro años en contarlo y, cuando lo hice, empecé a hacerme fuerte. El tiempo que se está callado solo empeora tus secuelas, mientras su entorno no entiende por qué la persona es completamente diferente a la que conocían”, confiesa Blanca Frías en conversación con INFOVERITAS. “Además, no contarlo contribuye a la impunidad y proliferación de estas estafas y juega en contra de su correcta prevención a la sociedad”, recalcan. El siguiente paso es la búsqueda de terapia psicológica “tan imprescindible para poder seguir caminando por la vida”.
La Guardia Civil, por su parte, aconseja denunciar los hechos lo más rápido posible en caso de tener sospechas de poder estar siendo víctima de estafa. «Cuanto antes lo hagas, más factible será recuperar tu dinero», recalcan. Este paso, según Blanca Frías, debe hacerse cuando la víctima esté completamente preparada para describir su experiencia con todo tipo de detalles.
Por último, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) explica que, si la intención es encontrar el amor por la red, se debe chatear dentro la página web de contactos y evitar dar el WhatsApp, no se debe facilitar información personal o financiera a extraños y, en caso de que finalmente quedes con la persona que has conocido a través de alguna de las aplicaciones orientadas a tal fin, lo hagas en lugares públicos y avises a algún familiar o conocido de dónde vas a estar. Y si la historia que te cuenta es demasiado buena como para ser verdad, sospecha.
En este sentido, desde Anceme recuerdan hacer caso “a esa primera intuición y salir corriendo” cuando creas que estás siendo víctima de una estafa del amor. En caso de sospecha, se puede contactar con la asociación a través de la web estafamor.com. A través de su servicio de ciberseguridad podrán aclarar tus dudas.
Fuentes
Qué es el “romance scam”, o estafa amorosa, y cómo detectarla a tiempo
Estudio de la Universitat Oberta de Cataluña (UOC)
Cuenta de Youtube de Guardia Civil
La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos
Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE)
Entrevista a Blanca Frías, directora de Anceme – Asociación Nacional Contra la Estafa con Manipulación Emocional