Lámparas de manicura, ¿son seguras o realmente existe riesgo de cáncer?
En los últimos días esta cuestión está presente en medios de comunicación y redes sociales. Con una sencilla búsqueda en Google con las palabras clave ‘cáncer’ ‘lámparas’ ‘manicura’ vemos que la mayoría de los resultados corresponden a artículos que se han publicado en la última semana.
Pero, ¿por qué nos seguimos haciendo esta pregunta si, el pasado 7 de febrero, desde la Asociación Española de Dermatología y Venereología han hecho un llamamiento a la calma?. “La cantidad de radiación UVA que recibe un usuario estándar es de seis a ocho veces inferior a la que se necesitaría para producir pigmentación”, apuntaban en el comunicado.
Desde INFOVERITAS hemos contactado para hablar del asunto con el Dr. José Aguilera, Coordinador del Grupo Español de Fotobiología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
No hay que alarmarse por el impacto de la radiación de las lámparas de manicura
Aunque la investigación en torno al impacto de la radiación UVA en el ser humano no es algo nuevo, el motivo de la alarma actual tiene su origen en la reciente publicación en la revista Nature. Ya que se trata de un estudio potencial, el doctor José Aguilera apunta que “no es del todo extrapolable a lo que ocurre realmente en nuestro día a día”.
“Es un estudio de unos investigadores americanos que han empleado un cultivo de células humanas” para someterlo a una lámpara de manicura, explica el doctor. Además, la dosis de luz que ellos emplean es de 9 J/cm2 de UVA, que es la luz que se obtiene si exponemos nuestra piel al sol al mediodía el 1 de julio durante 25 minutos. «Ellos alcanzan con esta lampara dicha dosis en 20 minutos», señala.
Es en este punto en el que el doctor Aguilera cuestiona el estudio, ya que “el tiempo que permanece bajo la lámpara una persona que se hace la manicura es de 30 segundos a un minuto por pasada”. Si habitualmente se dan entre dos o tres capas de gel, el tiempo de exposición serían alrededor de 3 minutos de forma intermitente.
José Aguilera indica además que la radiación directa no actúa igual sobre un cultivo celular que sobre la piel. “Nuestra piel tiene varias capas que hacen de protección, por lo que la luz que le llega a esas células no es la misma que nos llega a la piel”.
Lámparas de manicura frente a la exposición solar en la playa
Como decíamos, el estudio publicado en la revista Nature se centró en testar la exposición de radiación UVA sobre un cultivo celular. “Los cultivos van al potencial daño, esas células las exponen durante media hora y ven que existen daños en el ADN. Pero claro, en un paseo de 20 minutos al sol, también se producen daños en el ADN”.
Debido al revuelo sobre el posible riesgo de cáncer que produce la exposición a las lámparas de manicura, el coordinador del Grupo Español de Fotobiología de la AEDV decidió hacer una prueba en el laboratorio. Con varias lámparas, tanto fosforescentes como LED, estudió las condiciones exactas de cómo se colocan las manos bajo la luz.
Su conclusión es que “si el 1 de julio vas a la playa a las 14 horas, la dosis de radiación que recibes de la lámpara de las uñas es 8 veces menor que la de los rayos UVA que recibes en 20 min esa fecha al sol”.
“El peligro de desarrollar mutaciones en el ADN celular que pueden tener las personas normales es prácticamente nulo”, dice el doctor, que menciona que, “eso sí, hay gente que puede ser alérgica a los componentes cosméticos”.
Medidas de protección frente a la radiación de las lámparas de manicura
El riesgo cero no existe ante la radiación de las lámparas UVA de manicura, pero como ha comentado el Dr. Aguilera “el peligro que puede haber en personas normales es prácticamente nulo”. Si aun así sentimos cierto respecto podemos protegernos mejor ante la exposición.
Por ejemplo, “poniéndote crema protectora factor 50 en las manos antes de ir a la sesión”. “Con la crema fotoprotectora, como al menos va a tener un factor 20 de protección frente a UVA (ya que va a cumplir que protección en UVA será al menos de un tercio del FPS), de la poca radiación que llega, con la crema te llega 20 veces menos”, explica el coordinador del Grupo Español de Fotobiología de AEDV.
Además, si a pesar de haberte echado crema protectora te sigue preocupando la radiación que puedas recibir, “puedes ponerte unos guantes y dejar solo la zona de las uñas al aire”.
Es importante tener precaución con algunos productos de manicura
Como nos ha explicado el Coordinador del Grupo Español de Fotobiología de la AEDV, el riesgo de cáncer por la exposición a las lámparas de manicura es mínimo. Sin embargo, pueden darse otros problemas asociados más comunes, como alergias a los productos utilizados en la manicura.
Los acrilatos empleados para las uñas permanentes son sustancias que derivan del petróleo. Son monómeros que al exponerse a la radiación se convierten en polímeros y cristalizan. “Estos acrilatos en forma de monómero son los que han sido identificados que dan dermatitis alérgicas de contacto a algunos pacientes”.
Aun así, el doctor explica que esto no le ocurre «a toda la población; es como el que es alérgico a los ácaros del polvo, o al polen, etc”.
Así mismo, José Aguilera indica que los disolventes utilizados en la manicura “son potencialmente peligrosos”. Por ejemplo, la acetona, “el disolvente más común que puede dar lugar a irritaciones como un elemento potencialmente cancerígeno”; el tolueno, “que se ha relacionado como disruptor endocrino”; o el formaldehído.
“Las concentraciones que se usan normalmente de estos disolventes no son problemáticas, pero de nuevo, son potencialmente peligrosos”, apunta. Por ello, a las profesionales de estas técnicas recomienda el “uso de guantes para evitar sensibilización con los productos y gafas de protección por el ambiente lumínico en los pulsos de UV”.
Fuentes
Declaraciones del Dr. José Aguilera, Coordinador del Grupo Español de Fotobiología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV)
Comunicado Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) sobre las lámparas de rayos UVA