Día Mundial de la Salud Mental: falsos mitos que la envuelven

Hoy, 10 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa en su web que esta efeméride se recuerda para concienciar sobre los problemas de salud mental que existen en todo el mundo. La campaña de este año, en este sentido, se centra en la salud mental laboral. En 2024 se ha enfocado a este ámbito porque “los lugares de trabajo seguros y saludables ayudan a proteger la salud mental”, destacan desde la OMS.

De acuerdo con los datos que se desprenden de la Encuesta Nacional de Salud, en el apartado de salud mental, de 2017, la última de la que hay registro, casi el 11% de las personas mayores de 15 años reconoció diagnóstico de algún trastorno en este ámbito, aunque estos problemas son más frecuentes en mujeres que en hombres. El 6,7% de los adultos padece ansiedad crónica, y también el 6,7% tiene depresión. En el caso de los menores de 14, la ansiedad y la depresión se manifiesta en el 0,6% de la población. Además, en líneas generales, el 3,8% de las personas refieren limitaciones en su vida diaria por problemas de salud mental. Por último, el 5,4% señala que, en el último año, ha acudido al psicólogo, psicoterapeuta o psiquiatra.

Como se ha visto, los problemas de salud mental son comunes. Y también es común que estos trastornos, y la salud mental en general, estén envueltos en mitos erróneos. Desde INFOVERITAS desmentimos algunas de las falsedades más comunes en este terreno.

Mito 1. Los problemas de salud mental surgen porque los afectados son poco inteligentes

Falso. Desde UNICEF se señala que estos trastornos, igual que los de salud física, pueden “afectar a cualquier persona, independientemente de su inteligencia, su clase social o su nivel de ingresos”. En este mismo sentido interviene la Federació Salut Mental de la Comunidad Valenciana, que destaca las personas afectadas no presentan menor capacidad intelectual.

Mito 2. Las personas con problemas de salud mental son “débiles”

Falso. La supuesta “debilidad” y la salud mental no guardan relación. “No es algo que las personas elijan tener o no tener. De hecho, reconocer que se necesita ayuda para superar un problema de salud mental requiere mucha fuerza y valor. Cualquiera puede desarrollar un problema de salud mental”, explican desde UNICEF.

Además, la Administración del Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental de Estados Unidos recalca esta idea. Estos problemas «no tienen nada que ver con ser perezoso o débil y muchas personas necesitan ayuda para estar mejor”, concluyen.

En este sentido, esta institución asevera que existen múltiples factores que inciden en el desarrollo de estos trastornos. Hay factores biológicos, como los genes, dolencias físicas, lesiones o la química cerebral; experiencias vitales, por ejemplo, traumas o antecedentes de abuso; o antecedentes familiares de problemas de salud mental. “Las personas con problemas de salud mental pueden mejorar y muchos se recuperan por completo”, señalan.

Mito 3. No se puede hacer nada por las personas con problemas de salud mental

Falso. UNICEF apunta que hay diferentes maneras de “proteger a las personas” en esta situación. Por ejemplo, fortalecer habilidades sociales y emocionales; buscar apoyo y ayuda en fases iniciales; desarrollar relaciones familiares “comprensivas, afectuosas y cálidas”; patrones de sueño saludables y un entorno escolar positivo.

“La capacidad para superar las adversidades se basa en una combinación de distintos factores de protección; ni los factores de estrés ambientales ni los individuales por sí solos llevan necesariamente a sufrir problemas de salud mental”, destacan.

Por su parte, la Federació Salut Mental de la Comunidad Valenciana indica que la identificación de síntomas compatibles con estos trastornos “es clave para el pronóstico y las personas que con mayor probabilidad pueden hacerlo son las personas del entorno cercano: familia, amistades, compañeros y compañeras de trabajo… Hay diversos síntomas que nos pueden indicar que alguien precisa de ayuda: inestabilidad emocional, cambios en la alimentación y el sueño, cambios en el comportamiento, ideas suicidas, etc.”.

Mito 4. La culpa es de la persona o de la familia

Falso. La Federació explica que los trastornos de esta índole son causados por un “conjunto de factores biológicos, psicológicos y sociales, y en ningún caso es culpa de la propia persona o de su familia”.

Mito 5. “A mí no me va a pasar”

Falso. De acuerdo con la OMS, 1 de cada 8 personas en el mundo convive con un problema en este sentiddo. En 2019, alrededor de 970 millones de personas padecían un trastorno de este tipo. La ansiedad y la depresión fueron los más comunes.

A este respecto, la Federació expone que “los trastornos mentales no entienden de edad, sexo, cultura o situación económica, no discriminan y pueden afectar a cualquiera. Son más comunes de lo que se supone”. Asimismo, desde UNICEF enfatizan que es también erróneo pensar que solo se debe cuidar la salud mental si se ha desarrollado una enfermedad. “Tomar medidas activas para favorecer el bienestar y mejorar la salud mental resulta beneficioso para todo el mundo, de la misma forma que tomamos medidas activas para adoptar un estilo de vida saludable con el fin de cuidar nuestra salud física”, apuntan.