Las catástrofes, ya sean inundaciones o guerras, siempre se han prestado a la confusión informativa. La DANA ha marcado un récord desinformativo en España este 2024. De hecho, algunas desinformaciones sobre este tema todavía sobrevuelan las redes sociales, como las teorías de la conspiración sobre el número de fallecidos o desaparecidos que dejaron las inundaciones que asolaron Valencia y otras comunidades autónomas a finales de octubre. O los barcos HAARP que supuestamente están detrás de este fenómeno.
Las elecciones en Estados Unidos o en el Parlamento Europeo, los conflictos en Gaza o Ucrania o los Juegos Olímpicos de París han copado el foco mediático y, por ende, el desinformativo. Por supuesto, temas como las vacunas, los migrantes, el cambio climático o las instituciones europeas también han sido el blanco de los desinformadores este año. Además, el 2024 ha traído consigo el desafío de verificar el contenido generado por la IA, el reto de regenerar la confianza en las instituciones y los expertos acreditados. Y, como guinda del pastel a este desorden informativo, se han sumado los pseudoinformadores.
Resumir las desinformaciones de los últimos doce meses no es fácil, pero aquí vamos.
Desinformación durante la DANA: una secuencia de bulos que marca récord en España
La otra víctima de la DANA, sin discusión, ha sido la verdad. La DANA que asoló a finales de octubre Valencia y otras regiones españolas, como Castilla La-Mancha y Andalucía, ha marcado un récord desinformativo en España este 2024. Imágenes de otras catástrofes, audios virales o fotografías generadas con IA han contribuido a sembrar este caos desinformativo. A este desorden se han sumado algunos políticos y pseudoinformadores, quienes han sabido aprovechar la crisis para generar desconfianza en las instituciones.
Narrativas como el falso número de muertos en el parking de Bonaire, la destrucción de la ropa donada por los ciudadanos, las falsas campañas de vacunación o la teoría de la conspiración que señala a un barco del proyecto HAARP como responsable de la DANA han campado a sus anchas por las redes sociales. De hecho, muchas se siguen paseando de pantalla en pantalla, demostrando las terribles consecuencias de la desinformación en la sociedad.
La verdad, la otra víctima de los conflictos de Gaza y Ucrania
El fenómeno de la desinformación muestra su cara más cruel en los conflictos de Gaza y Ucrania. Las medias verdades han sido utilizadas para blanquear la opinión pública sobre el conflicto. En los últimos meses han circulado multitud de imágenes y narrativas descontextualizadas para justificar el inicio del genocidio en Gaza, como aquellas que acusan a los palestinos de fingir su muerte durante el conflicto. La guerra, además, se recrudeció tras el ataque de Israel al Líbano. Y, con ella, la desinformación. En este artículo se recopilan los bulos más habituales sobre la situación.
El conflicto de Ucrania sigue lejos de terminar y el mismo camino siguen estas narrativas desinformativas. En este caso, se fusionan elementos de guerra con tácticas desinformativas de actores tan relevantes como el Kremlin y se centran en justificar el ataque y sobre la disfuncionalidad de sus sistemas políticos para suavizar las sanciones. Por otro lado, Ucrania emplea la desinformación para ensalzar su la labor de sus tropas y su papel de víctima y de aliada europea.
Medalla de oro a la desinformación: Juegos Olímpicos de París 2024
El evento deportivo por excelencia ha sido objeto de falsedades y bulos con el fin de dañar su reputación. Ni la boxeadora Imane Khelif es una persona trans ni el jugador de la selección de fútbol de Marruecos había gritado “Allahu Akbar” (Dios es grande) en un partido de las Olimpiadas ni las fotografías de las nadadoras israelís pidiendo la paz guardan relación con los Juegos Olímpicos de París 2024. Aquí puedes ver un recopilatorio de los más virales.
Muchas de estas narrativas fueron generadas con inteligencia artificial, un problema global de difícil solución. Para los desinformadores es una potente herramienta, puesto que es fácil de usar, barata y permite que la desinformación se viralice rápido. Por suerte, también facilita la labor a los periodistas.
Estados Unidos y Unión Europea: la desinformación como arma electoral
El desprestigio al rival político no es un fenómeno nuevo. Estas narrativas son habituales en las elecciones, y generan un gran impacto en los electores. En Estados Unidos, la desinformación tuvo un claro objetivo: las personas migrantes. Y los más afectados fueron los votantes hispanohablantes, dadas las barreras del lenguaje.
El bulo más viral de dicho periodo fue que en Springfield, una ciudad obrera de Ohio, «se comen a los perros, los inmigrantes se comen a los gatos, a las mascotas». Aunque comenzó en Facebook por una usuaria anónima, los políticos fueron el trampolín para que llegara a todos los habitantes. También los candidatos a la Casa Blanca, Kamala Harris y Donald Trump, fueron víctimas de esas desinformaciones, como te contamos en INFOVERITAS.
Aunque la desinformación sobre la Unión Europea es habitual, cobra especial relevancia durante las elecciones. Bulos que, en su mayoría, tratan de desprestigiar el papel de las instituciones comunitarias. En este artículo, se reúnen las más virales y se explica la importancia de estos organismos.
Vacunas, cambio climático y colectivos vulnerables, víctimas, un año más, de estas narrativas
Hay narrativas que no pasan de moda. Y que circulan año tras año. Las vacunas son una de ellas. Aunque su punto álgido se vivió durante la pandemia, todavía abundan estos contenidos. Que si causan autismo, que si no superaron las pruebas de seguridad… En los últimos meses, desde INFOVERITAS se han desmentido los bulos más virales sobre este asunto.
El cambio climático también ha sido objeto habitual de los desinformadores. Y también de los expertos, quienes ha sufrido amenazas, especialmente aquellos que divulgan sobre temas medioambientales y de salud. De hecho, según el informe ”Experiencias del personal investigador en su relación con los medios de comunicación y redes sociales” elaborado por la Federación Española Ciencia y Tecnología (FECYT), el porcentaje de científicos y científicas que admite haber sufrido agresiones aumenta al 53,33 % entre los que comunicaron sobre cambio climático.
Finalmente, persisten los contenidos contra los colectivos vulnerables, diana de los discursos de odio que propagan las redes sociales a gran velocidad. Así, es habitual detectar narrativas contra migrantes, mujeres y el colectivo LGTBI. Entre las más habituales, el trato favorable por formar parte de dichos colectivos y, en el caso de los migrantes, relacionarles e incriminarles, además, como responsables de los delitos.