Muchos contenidos en internet difunden información falsa o exagerada sobre la supuesta peligrosidad de las colonoscopias, generando miedo y desconfianza en torno a este examen médico que permite detectar y prevenir el cáncer colorrectal.
Las colonoscopias son unas herramientas muy seguras, aunque como todos los procedimientos médicos, conllevan pequeños riesgos: perforación (un desgarro en el colon), el sangrado o reacciones poco frecuentes a los medicamentos utilizados. Sin embargo, las complicaciones graves son poco frecuentes y los beneficios de la prueba superan los riesgos.
A continuación, te contamos en qué consiste esta prueba, por qué se recomiendan y los beneficios que tiene.
Para empezar, ¿qué es una colonoscopia?
En este artículo de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos se señala que una colonoscopia es “un examen en el que se visualiza el interior del colon (intestino grueso) y el recto, mediante un instrumento llamado colonoscopio.” Esta herramienta permite visualizar el revestimiento del intestino grueso en busca de anomalías, como pólipos, inflamaciones o signos de cáncer. Por ello, “es considerada una prueba esencial en la detección y prevención de enfermedades del colon”, explican desde EuropaColon España.
Esta prueba permite identificar y extirpar pólipos que podrían evolucionar a cáncer con el tiempo. También es clave para diagnosticar enfermedades inflamatorias como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Además, se utiliza para investigar síntomas como sangrado rectal, dolor abdominal persistente, cambios inexplicables en las deposiciones o pérdida de peso sin causa clara.
Desde el hospital Clínic de Barcelona estiman que el procedimiento en sí, generalmente, dura menos de 45 minutos, aunque depende de la complejidad del caso y si durante el mismo es necesario o no extirpar algún pólipo. No obstante, si se tienen en cuenta la preparación y la recuperación, “se tarda entre dos y tres horas”, puntualizan.
Cómo se realiza el procedimiento
La colonoscopia se lleva a cabo en un entorno clínico bajo la supervisión de especialistas. “Antes del procedimiento, es necesario un proceso de preparación que incluye una dieta especial y el uso de laxantes para vaciar completamente el colon. Esto asegura que el médico tenga una visión clara del área a examinar”, explican desde EuropaColon.
Para la prueba, el paciente debe quitarse la ropa de cintura para abajo y colocarse de lado o boca arriba sobre una camilla. Para facilitar la visualización de la mucosa, el médico introduce gas (aire o dióxido de carbono) en el colon. Generalmente, explican desde el hospital Clínic, se administra anestesia para evitar molestias, ya que la distensión del colon y el avance del colonoscopio pueden causar incomodidad abdominal. Durante la prueba, que no causa dolor, el médico avanza lentamente el colonoscopio por todo el intestino grueso hasta llegar al ciego, punto donde el intestino delgado se conecta con el grueso.
Una vez finalizado el examen, el paciente permanece en observación hasta que desaparecen la mayoría de los efectos de los sedantes. Es posible que en las siguientes horas experimente algunas molestias, como hinchazón, pero son temporales y desaparecen al cabo de las horas.
¿Cuáles son las posibles complicaciones?
La colonoscopia es un procedimiento muy seguro. No obstante, como sucede con todas las pruebas médicas, pueden surgir algunas complicaciones. Entre las complicaciones se incluyen perforaciones en el colon, sangrado en el sitio de biopsias o polipectomías y reacciones adversas a la sedación. Sin embargo, “estos riesgos son extremadamente bajos cuando el procedimiento es realizado por profesionales experimentados”, destacan desde EuropaColon.
Además, los beneficios de la prueba superan a los riesgos. Su capacidad para detectar y eliminar pólipos reduce significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de colon. Además, “permite diagnosticar enfermedades en etapas tempranas, lo que aumenta las posibilidades de un tratamiento exitoso”, agregan desde el organismo.
Desde la Alianza de Cáncer Colonrectal recuerdan que las investigaciones indican que omitir o retrasar las colonoscopias es significativamente más peligroso para la salud a largo plazo que realizarse el procedimiento propiamente dicho. “En otras palabras, el riesgo que tiene una persona de desarrollar cáncer colonrectal es mayor que el riesgo de tener una complicación por una colonoscopia”, aclaran.
Fuentes
Artículo de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos
