El café, esa bebida que nos acompaña cada mañana, está envuelto en una serie de mitos y verdades a medias. Está comprobado que, en su justa medida, puede ser parte de una dieta saludable. Sin embargo, es importante conocer los límites y escuchar a nuestro cuerpo.
A pesar de que es una de las bebidas más conocidas en todo el mundo, su consumo ha generado una gran cantidad de mitos y creencias populares. Desde los supuestos efectos negativos sobre la salud y comentarios que indican que se trata de una droga, hasta afirmaciones exageradas sobre sus beneficios. Los avances científicos han logrado que muchos de estos mitos hayan sido desmontados, pero ¿cuál es realmente la verdad detrás de estas creencias? En este artículo, INFOVERITAS explora algunos de los mitos más comunes que rodean a esta bebida hoy, Día Internacional del Café.
Mito 1. El café deshidrata el cuerpo
Aunque el café tiene propiedades diuréticas debido a la cafeína, no causa deshidratación significativa. Así lo han demostrado algunos estudios científicos como el publicado en la revista PLOS One, en el que se examinó el impacto del consumo moderado de este producto en el equilibrio hídrico y concluyó que beberlo no causa deshidratación en comparación con el consumo de agua.
Los investigadores concluyeron que el café puede contribuir a la hidratación general del cuerpo, de manera similar a otras bebidas con contenido de agua.
No obstante, estudios anteriores sugirieron que una dosis ≥300 mg de cafeína puede inducir diuresis aguda (aumento de la micción), tal y como se apunta en este artículo científico publicado en la Revista de la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva (JISSN, por sus siglas en inglés), que aborda los principales hallazgos de la ciencia respecto a esta bebida y su relación con la salud.
Mito 2. El café afecta negativamente al corazón
Este mito proviene de la idea de que la cafeína puede aumentar la presión arterial. Si bien es cierto que el café puede elevar la presión momentáneamente en personas que no están acostumbradas a su consumo, no hay pruebas concluyentes de que aumente el riesgo de enfermedad cardíaca en personas sanas.
De hecho, algunos estudios como este, publicado en la editorial científica Elsevier, sugieren que el consumo moderado de café no se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio (IAM), el ictus, la fibrilación auricular (FA) o la hipertensión arterial (HTA). Además, se ha asociado con un menor riesgo de enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2, como indican desde Clínica Mayo.
Mito 3. La cantidad de café es indiferente, ¡siempre es bueno!
Uno de los mitos más comunes es que la cantidad de café que bebemos no importa, lo cual es falso. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido que un consumo moderado de cafeína es seguro para la mayoría de los adultos. ¿Y qué se considera moderado? Aquel que no supere los 400 mg de cafeína al día, lo que equivale aproximadamente a unas cinco tazas de café estándar, dependiendo del tamaño como indica la farmacéutica Boticaria García en su perfil de TikTok.
Mito 4. El café es perjudicial para la salud mental
El mito de que el café es perjudicial para la salud mental ha sido desmentido por investigaciones científicas recientes. En particular, un estudio del Biobanco de Reino Unido que involucró a 152.821 participantes. La investigación analizó los hábitos de consumo de este producto de los participantes, combinando esta información con datos sobre su salud mental. Entre los resultados, se halló que aquellos que bebían entre dos y tres tazas al día (una práctica común entre el 41.2 % de los participantes), mostraron una menor incidencia de trastornos de ansiedad y depresión. «Nuestros hallazgos respaldan la recomendación de que el consumo moderado de café podría ser parte de un estilo de vida saludable para prevenir y controlar la depresión y la ansiedad en la población general», indican en las conclusiones.
Mito 5. El café adelgaza
El café es una bebida que ha generado mucho debate en torno a su relación con la pérdida de peso. La cafeína puede acelerar el metabolismo y aumentar el gasto energético, sin embargo, estos efectos son temporales y pueden variar según la persona. De acuerdo con un reciente estudio, referenciado en el mito 1 y publicado por un grupo de científicos estadounidenses, las investigaciones a largo plazo sobre el impacto de la cafeína en la pérdida de peso presentan resultados dispares.
«En estudios a largo plazo sobre la cafeína que examinan la pérdida de peso, los resultados contradictorios pueden deberse a varias cuestiones limitantes, como la estandarización de la ingesta dietética. Otra variable es si los participantes no habían consumido cafeína antes del estudio. Si no es así, tal vez se hayan acostumbrado a la dosis de cafeína durante el transcurso del estudio, lo que minimiza la pérdida de peso. La otra cuestión es la dosis de cafeína utilizada y tal vez si los participantes tenían o no sobrepeso”, detallan.
En dicho artículo, publicado en marzo de 2024 en la Revista de la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva (JISSN, por sus siglas en inglés), los autores responden a las 15 preguntas más frecuentes sobre el café con base en conclusiones científicas. Si aún quedan dudas sobre su consumo, puede revisarse ese artículo para aclararlas.
Fuentes
Artículo científico de Elsevier
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)