La ola de gripe se ha adelantado en España y acelera su transmisión con la variante K. En este escenario, vacunarse es la principal medida para prevenir la enfermedad, especialmente para los grupos de riesgo. Sin embargo, cada temporada la vacuna contra la gripe vuelve a ser objeto de numerosos bulos y mitos que generan dudas sobre su seguridad y eficacia, lo que año tras año disminuye la tasa de vacunación.
La evidencia científica demuestra que esta vacuna es segura, reduce significativamente el riesgo de enfermedad grave y protege especialmente a grupos vulnerables. Este artículo desmonta las publicaciones que se viralizan por redes sociales sin rigor científico y que alertan erróneamente sobre los efectos de la vacuna de la gripe.
La gripe no es grave, no necesito vacunarme
La gravedad de la gripe es desigual en las personas. Si eres joven y estás sano, la gripe, una enfermedad vírica, generalmente no es grave. En estos pacientes, suele presentar los siguientes síntomas: dolor de cabeza, fiebre, malestar general y dolores musculares y articulares generalizados.
Sin embargo, el riesgo es mayor para aquellas cuyo sistema inmunológico está más vulnerable y la gripe puede ser una enfermedad grave e incluso letal. De hecho, según las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad “causa entre 290 000 y 650 000 muertes respiratorias al año.”
La gripe se propaga fácilmente entre las personas cuando tosen o estornudan. Dado que la propagación del virus es rápida, la vacunación es la mejor manera de prevenir la enfermedad. “Hay vacunas seguras y eficaces que se utilizan desde hace más de 60 años. La inmunidad de origen vacunal desaparece con el tiempo, por lo que se recomienda la vacunación anual”, recuerdan desde la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La vacuna puede transmitir la gripe
La vacuna de la gripe no puede transmitir la gripe porque contiene virus inactivados o fragmentos del virus que no son capaces de causar la enfermedad. En ocasiones, las personas vacunadas pueden enfermarse si se exponen a cepas diferentes a las incluidas en la vacuna o si ya estaban incubando el virus antes de vacunarse, destacan desde la página web de la Consejería de Salud de Castilla-La Mancha. Sin embargo, aunque una persona vacunada pueda contagiarse y transmitir el virus a otros, la vacuna reduce la gravedad de los síntomas, la duración de la enfermedad y el riesgo de complicaciones graves.
La vacuna de la gripe tiene efectos adversos graves
La vacuna de la gripe es muy segura y rara vez causa efectos adversos graves. Los efectos secundarios más comunes son leves y temporales, como dolor y enrojecimiento en el sitio de la inyección, fiebre baja, malestar, dolor de cabeza o muscular, que suelen durar uno o dos días. Reacciones alérgicas graves son excepcionales y ocurren en muy pocos casos, similares a las de otras vacunas, puntualizan desde la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
De hecho, las complicaciones graves por la gripe misma son mucho más frecuentes y peligrosas que los posibles efectos adversos de la vacuna, por lo que la vacunación es la mejor forma de prevenir enfermedad grave y hospitalizaciones. La vacuna está contraindicada solo en personas con antecedentes de alergias severas a sus componentes o que estén en ciertas condiciones específicas de salud.
No necesito vacunarme cada año de la gripe
El virus de la gripe tiene la propiedad de poder cambiar de año en año; como consecuencia, “nuestras defensas no son capaces de reconocerlo o solo parcialmente cada vez que vuelve y por eso puede provocarnos la enfermedad en cada nueva temporada. Esta es la razón por la que anualmente hay que fabricar una vacuna adaptada a los cambios que haya sufrido el virus”, destacan desde la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Además, incluso si la vacuna no coincide completamente con estos virus, “puede brindar protección”, destacan desde la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Si tengo mocos, no puedo vacunarme
Las personas con enfermedades menores, como el resfriado, pueden recibir la vacuna. “Las personas con una enfermedad moderada a grave, usualmente deben esperar hasta recuperarse para poder recibir la vacuna contra la influenza”, aconsejan desde la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Fuentes
Organización Mundial de la Salud (OMS)
Página web de la Consejería de Salud de Castilla-La Mancha
Asociación Española de Pediatría (AEP)
Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos
