“Fernando Martín representa el comienzo. El comienzo de algo muy importante, ser significativo para otro mundo: la NBA. Fue un pionero, el primero que jugó en la NBA. Ya llamó la atención antes del 86, que es cuando fue seleccionado para la liga estadounidense, y es algo que nadie le podrá quitar. La palabra que mejor lo define es pionero”. Así describe el periodista Javier Balmaseda a Fernando Martín (Madrid, 1962-1989).
Martín fue el primer baloncestista español, y el segundo europeo, en participar en la liga norteamericana, la NBA, la más famosa del mundo. Jugó en los Portland Trail Blazers en la temporada 1986/87, cuando la competición aglutinaba nombres legendarios (Michael Jordan, Larry Bird o Magic Johnson), tras pasar por equipos españoles como el Estudiantes o el Real Madrid, con el que ganó casi todo, y la Selección Española, con la que se hizo con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984.
Balmaseda escribió el libro Fernando Martín. Instinto ganador para “sacar a la luz algunos episodios muy desconocidos de su vida, tanto deportiva como fuera del baloncesto, a través de las voces que estuvieron cerca de él”. El periodista atiende a INFOVERITAS para hablar de la figura del jugador que abrió el camino para futuras leyendas del baloncesto español, como los hermanos Gasol, Ricky Rubio, José Manuel Calderón o Jorge Garbajosa, en la NBA.
La NBA se fija en Fernando Martín
La noticia del fichaje de Fernando Martín por la NBA fue “un bum, porque era un mundo totalmente desconocido, no había internet, los partidos prácticamente no se veían, hasta que llegó Cerca de las estrellas (programa de televisión dedicado a informar sobre la liga estadounidense de baloncesto), que fue en el 86 o el 87. Las noticias que llegaban de la NBA eran escasas, se veía como otro mundo, a través de revistas o algún partido, pero con cuentagotas. Un periodista de la época, Sixto Miguel Serrano, así lo contaba”.
Los ojeadores de la NBA se fijaron en Fernando Martín a comienzos de los 80, en un torneo triangular que se organizó en Madrid. “Para llamar la atención de aquellos ojeadores norteamericanos había que ser alguien destacado y tener algo especial, no lo hacía cualquiera. Fue algo muy importante, porque no es como ahora, que se puede sacar información de cualquier jugador. Antes había que ir a verlo in situ, en los torneos con la Selección Española, de Navidad… La información era escasa y tuvo un mérito enorme llamar la atención de los ojeadores norteamericanos. Como alguien muy importante me dijo, un mérito casi mayor que haber jugado”.
Martín era un jugador “totalmente diferente”. Fue pívot (los que se sitúan cerca del aro, suelen ser altos y su misión principal es coger rebotes y anotar puntos). “Hasta entonces, en España la imagen que se tenía de ellos era de la figura de alguien alto, pero no excesivamente rápido, a lo mejor un poco torpe, sin esa fuerza que tenía Fernando Martín. Le faltaban unos centímetros para haber sido un fuera de serie, que lo fue, pero aún más. Él tenía fuerza, rapidez, carácter… Lo tenía todo. Y destaco la forma de ser que tenía, su carácter inconformista, enseguida despuntó”, señala Javier Balmaseda.
La vida de Fernando Martín en Estados Unidos
Según el periodista, la temporada de Martín en la NBA no fue lo que se esperaba “porque no tuvo suerte”. El primer jugador español en la liga estadounidense destacó, continúa este experto en conversación con INFOVERITAS, en el año 85 en un campus en Princeton (EE. UU.). Entonces, fue seleccionado por los New Jersey Nets. Pero “una serie de infortunios que pasan con su agente, que desaparece a la hora de la verdad y no da señales de vida, le hacen volver al Real Madrid”.
Al año siguiente lo intenta con otro agente, Miguel Ángel Paniagua, y lo fichan los Portland Trail Blazers. “Le toca un entrenador muy conservador, Mike Schuler, que apuesta por los jugadores veteranos y no le da confianza, y además tiene lesiones, que no le ayudaron. Él no se conformaba, quería estar allí y tener un papel importante, porque él destacó en el campus que hizo en verano. Debutó en la NBA, pero quería más, no se iba a conformar con eso. Aunque no hay que quitarle el mérito de haber llegado en aquella época, porque el siguiente español que jugó en la NBA fue Pau Gasol, y pasaron 15 años”, destaca Balmaseda.
“La parte deportiva no fue como hubiese esperado y no tuvo muchos minutos de juego, pero es interesante saber la vida que tuvo allí”, comenta el periodista. Martín se trasladó a Portland, “una ciudad en la que estaba todo el día lloviendo, en la que se hace de noche muy pronto, alejada de todo. Él estaba prácticamente solo. De estar en Madrid con sus amigos, con un montón de opciones, a llegar a una ciudad como Portland fue un cambio drástico. Como me dijo su hermano Antonio, se juntaron los dos noes, el deportivo y el personal”, apunta.
En este sentido, su situación personal tampoco le acompañó mucho, por la ciudad, el clima, el estar solo… “Recibía visitas, sí, pero no había internet, no podía estar conectado con su gente salvo por teléfono, las cartas que se escribían. Tuvo un cambio muy grande de Madrid a Estados Unidos, con los inconvenientes del idioma”.
Su vida en Portland es uno de los aspectos que recogió Balmaseda en su libro. Su escritura fue “una experiencia maravillosa. Pude contar con gente que estuvo cerca de él en algún momento, gente de todo tipo, excompañeros de equipo, entrenadores, rivales… Y, lo más importante, sus familiares y amigos. Y la figura de su hermano Antonio, que ha sido fundamental en todo esto”.
En la obra se ven “cosas muy desconocidas” de Fernando Martín. Hay capítulos sobre lo que pasó en Princeton, en el campus de verano. “Un periodista que estuvo allí con él fue el que me rescató la historia de lo que verdaderamente pasó. Pude localizar a sus amigos para que me contaran cómo era Fernando, que fue una persona increíble, totalmente generosa, todo corazón, que a lo mejor se ponía un caparazón de duro por todo lo que atraía su figura, que era muy mediática en aquellos años. Cuando traspasabas esas barreras te encontrabas un ser increíble. Para mí eso ha sido lo más importante, estar en contacto con esta gente y que me hayan contado multitud de historias y anécdotas de Fernando Martín”.
Una figura que trasciende lo deportivo
Fernando Martín lo logró todo en España, asevera Javier Balmaseda. Su carrera comenzó en el Estudiantes, y en dos o tres años, en la temporada 1980/81, se proclamó subcampeón de liga “en unos años en los que la diferencia del Madrid y el Barça con el resto era abismal. Y que se colase ahí un equipo como Estudiantes y que un chaval de 18 o 19 años se colase en el equipo titular del subcampeón de liga… Luego llega al Madrid y coincide con cuatro ligas en cinco años, si no recuerdo mal, siendo titular indiscutible… Solo faltó la Copa de Europa”
Y con la Selección Española logró la medalla de plata de Los Ángeles, “cuando prácticamente no podía ni moverse por problemas de espalda. Hay cartas que certifican todo eso, que publico en el libro; él decía que no podía ni moverse. Y juega como si no le pasase nada y es uno de los diez elegidos para la medalla de plata de Los Ángeles, otro éxito rotundo, que acompañó al subcampeonato de Europa en Francia en el 83. En España lo consiguió prácticamente todo”.
Martín llegó a estos equipos siendo muy joven “y no se arrugó y quiso destacar como el que más. Por ejemplo, el Real Madrid era un equipo totalmente jerarquizado, a los veteranos se les tenía un respeto, y él pasó y derribó todo aquello. Con 19 años rompió todos los moldes de aquel equipo del Madrid de los 80”.
“La llama sigue estando muy viva porque es un jugador que ha trascendido lo deportivo y cuya figura se sigue recordando como alguien muy presente”, comenta Balmaseda. “Es uno de los jugadores más carismáticos del baloncesto español. Pasan los años y sigue estando ahí porque es un pionero y los pioneros van a estar siempre ahí”. Martín falleció en un accidente de tráfico el 3 de diciembre de 1989. De hecho, el Real Madrid retiró su camiseta con el dorsal 10 como homenaje.
“Nadie le puede quitar el mérito de haber sido el primer español, y casi el primer europeo no formado en universidad norteamericana”. El año anterior, un jugador búlgaro llamado Georgi Glouchkov fue el elegido, “cuando todo tenía que haber sido para Fernando Martín aquel año. Es algo que está ahí y que nunca se va a olvidar, pasen los años que pasen”.
Fuerza, rapidez, carácter y un instinto inconformista. Esta es la fórmula que siguió Fernando Martín para ser el primer español en la NBA, junto a jugadores legendarios como Michael Jordan, Larry Bird o Magic Johnson. Aunque su temporada en Estados Unidos no fue como cabía esperar, fue el pionero que abrió el camino a algo que parece haberse convertido en habitual: ver apellidos como Gasol, Rubio o Calderón entre los grandes nombres de los equipos norteamericanos. Por eso la llama de Fernando Martín no se apagará nunca.
Fuentes
Entrevista con Javier Balmaseda, periodista y autor del libro Fernando Martín. Instinto ganador
Web del Real Madrid