Es probable que en los últimos días hayas leído titulares como el siguiente: “El núcleo de la Tierra se ha frenado y el sentido de rotación puede estar invirtiéndose.” La desinformación se ha propagado en cascada a través de las redes sociales. Sin embargo, ni el núcleo de la Tierra se ha detenido ni ha cambiado el sentido de rotación.
El origen de esta bola desinformativa está en un artículo de los científicos Yi Yang y Xiaodong Song, del Instituto de Geofísica Teórica y Aplicada de la Universidad de Pekín (China), publicado en la revista Nature Geoscience el pasado 23 de enero. En ese texto, los investigadores señalaban que en torno al año 2009, el núcleo de la Tierra, que giraba más rápido que el manto, se había ralentizado.
A raíz de ese estudio, algunos medios de comunicación se hicieron eco de la noticia, pero, como sucede con el juego infantil del ‘teléfono escacharrado’, fueron añadiendo alguna información extra, lo que ha dado lugar a muchos titulares exagerados e información sacada de contexto.
El núcleo de la Tierra no ha frenado ni gira en sentido inverso
Para comprender mejor la noticia es importante saber qué es el núcleo de la Tierra. Se trata de una esfera sólida situada en el mismo centro de la Tierra compuesta principalmente de hierro, algo de níquel y un poco de silicio, azufre y oxígeno. Encima están el manto y la corteza terrestre.
Maurizio Mattesini, catedrático de Física de la Tierra de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) e investigador del Instituto de Geociencias (IGEO/CSIC-UCM) explica que desde el año 1969 se estudia la velocidad a la que las ondas sísmicas entran y salen de estas capas, una información muy valiosa, ya que llega a los sismógrafos que existen en el planeta. Este registro permite saber a la velocidad que gira el núcleo.
El experto señala que esta rotación va por décadas y lo que se ha descubierto, que hasta ahora se desconocía, es que desde 2009 el núcleo gira a la misma velocidad que el manto. “Como rota a la misma velocidad parece que está quieto, pero el núcleo no ha parado, se mueve a la velocidad del manto”, destaca. Es decir, manto y núcleo giran sincronizados al mismo tiempo.
Ante la polémica desatada, el Instituto de Geociencias (CSIC-UCM), también publicó un tuit donde se desmentía que el núcleo se hubiera frenado.
¿Se ha detenido el núcleo de la Tierra?
— IGEO (CSIC-UCM) (@IGeociencias) January 24, 2023
La respuesta es no, pero antes vamos a hacer una pequeña introducción pic.twitter.com/1DtMZc9Pag
Lo que sucede es que la velocidad a la que gira el núcleo va cambiando, puede ir a la vez que el manto, más rápido o más despacio. Sin embargo, los investigadores no han podido determinar la periodicidad con la que cambia ese patrón. Algunos señalan que este fenómeno se produce cada 10 años, otros cada 30.
No obstante, estos cambios de velocidad no son perceptibles para el ser humano. Simplemente, “se alarga o acorta el día unos microsegundos”, destaca el experto.
Una mala traducción, el origen del bulo
Maurizio Mattesini, catedrático de Física de la Tierra de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) e investigador del Instituto de Geociencias (IGEO/CSIC-UCM) explica a INFOVERITAS que el origen de ese error está, posiblemente, en las palabras que los autores emplearon en inglés y que, si no se es experto en el tema, al realizar la traducción a otros idiomas pueden resultar confusas.
A partir de allí, comenzó a producirse un efecto cascada, ya que los medios de comunicación y las redes sociales amplificaron la noticia e incluso añadieron algún ingrediente extra, provocando cierta alarma en la sociedad. Pero no solo en España, Mattesini explica que está al habla con un colega de Australia y que allí la inquietud era la misma.
Pero, ¿puede frenarse o invertirse el sentido de rotación del núcleo? “No tiene sentido físico”, concluye.
INFOVERITAS verifica que…
El núcleo de la Tierra ni se ha parado ni gira en sentido contrario. Lo que sucede es que el núcleo gira a la misma velocidad que el manto, una circunstancia que puede dar la sensación de que se ha parado. Lo que sucede es que su velocidad se ha ralentizado, pero no se encuentra parado.
Fuentes
Maurizio Mattesini, catedrático de Física de la Tierra de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) e investigador del Instituto de Geociencias (IGEO/CSIC-UCM)
Artículo publicado por la revista Nature Geoscience el 23 de enero por los científicos Yi Yang y Xiaodong Song