En 2024, la confianza en los medios tradicionales en España siguió disminuyendo, mientras que la saturación de noticias negativas llevó a muchos ciudadanos a buscar alternativas como redes sociales e influencers. Este entorno, sumado al auge de la inteligencia artificial, intensificó la desinformación, con deepfakes más avanzados y chatbots propagando bulos. La incapacidad de diferenciar lo verdadero de lo falso se convirtió en un problema crítico.
Entre las principales narrativas desinformadoras destacaron eventos como la DANA en Valencia, que generó caos mediático con imágenes falsas y contenidos generados por IA. También, las elecciones presidenciales en EE. UU. fueron terreno fértil para afirmaciones engañosas, afectando tanto a Kamala Harris como al presidente electo Donald Trump. Por su parte, los conflictos en Gaza y Ucrania, junto con el ataque de Israel al Líbano, exacerbaron la manipulación informativa para justificar posturas bélicas.
- Desastres naturales
Los desastres naturales también fueron utilizados para desinformar. Los huracanes Milton y Helene en EE. UU. provocaron la difusión de noticias falsas sobre la magnitud de los daños y narrativas que desacreditaban los esfuerzos de rescate. Además, investigaciones señalaron el uso de estos eventos por actores internacionales, como el Kremlin, para socavar la confianza en las instituciones norteamericanas.
- Migración
La migración fue otro tema desinformativo recurrente. Surgieron términos como «jovenlandés,» usado peyorativamente para referirse a jóvenes extranjeros, alimentando estereotipos y fomentando xenofobia. Este tipo de narrativa, carente de base lingüística y cargada de prejuicios, contribuyó a polarizar el debate público sobre la migración.
- La red social X, en el centro de la polémica
La inteligencia artificial desempeñó un papel central en la creación y detección de bulos. Si bien la tecnología permitió generar contenidos cada vez más realistas, también ayudó a los verificadores a identificar patrones que delataban información falsa. Redes sociales como X (antes Twitter) incrementaron la difusión de desinformación, especialmente con nuevas herramientas como Grok, que crea imágenes ultrarrealistas.
Frente a estos retos, la alfabetización mediática, nuevas legislaciones como el anteproyecto de ley sobre el derecho de rectificación en España, y la colaboración internacional fueron avances clave en la lucha contra los bulos. Proyectos como Cazadores de Bulos y la participación de INFOVERITAS en foros tanto internacionales como nacionales la importancia de unir esfuerzos educativos, tecnológicos y legislativos para combatir la desinformación y proteger la democracia.
Para más información, acceda al documento íntegro del balance de 2024 contactando con info@info-veritas.com.