El fin de las vacaciones supone la vuelta a la rutina para la mayor parte de los españoles. Sin embargo, la vuelta al cole puede ser un proceso complejo y en algunas ocasiones incluso traumático para los niños. Como les sucede a los adultos, a los más pequeños también les cuesta adaptarse al cambio brusco de actividades y a los nuevos horarios. En algunos casos, incluso pueden sufrir episodios de ansiedad, estrés o depresión postvacacional ante la vuelta a la rutina.
Con motivo de la vuelta al cole, desde INFOVERITAS hemos consultado con expertos para que recomienden cómo hacer que el regreso a la rutina educativa sea más llevadero.
¿Pueden padecer los niños depresión postvacacional?
Leire Iriarte, miembro de la junta directiva de Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente (SEPYPNA), avisa de que no debemos alarmarnos cuando hablamos de temas psicométricos. “Tenemos que guardar cautela ante estas circunstancias, es normal que el niño pase por un período de adaptación originado por la vuelta a la rutina”.
“Cansancio, falta de apetito, somnolencia, falta de concentración, taquicardia, dolores musculares, molestias en el estómago, sensación de falta de aire e insomnio son algunos de los síntomas físicos que presentan los afectados por el síndrome vacacional”, afirma este estudio presentado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). Estos síntomas físicos son provocados en su mayoría por el estado mental.
El presidente de la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría (AEP), el doctor Pedro Javier Rodríguez Hernández, declara que la mejor prevención es la detección. “Prestar atención durante el período de adaptación a cómo está respondiendo el niño”, señala el experto. En concreto, se deben vigilar cuatro parámetros: los cambios en la alimentación, el sueño, el rendimiento y el comportamiento.
Estas alteraciones provocan, por ejemplo, mayor irritabilidad o cambios en el rendimiento. “En estos casos, los niños suelen expresar disconformidad con querer estudiar o excusas como si hubieran olvidado todo lo que habían aprendido el año pasado”, afirma el pediatra.
La psicóloga Leire Iriarte coincide en que observar estas variaciones es fundamental para detectar a tiempo los problemas que pueden tener los niños durante la vuelta al cole. “Los padres y madres son quienes mejor conocen a sus hijos, por ello deben tratar de atender cómo el niño asimila la vuelta a la rutina”, apunta.
El doctor Pedro Javier Rodríguez Hernández señala que la duración normal del período de adaptación y sus síntomas es de entre dos y cuatro semanas. No obstante, si estas circunstancias se prolongan en el tiempo, se recomienda a los padres que intervengan y que acudan al médico.
¿Cómo prevenir el desarrollo de estos síntomas?
Los pensamientos y actitudes de los padres se verán reflejados en el temperamento de los niños, ya que estos absorben los comportamientos de su entorno. Así, las percepciones de sus progenitores determinarán cómo será su respuesta ante la vuelta a la rutina. “Si nosotros como padres nos mostramos entusiasmados, los niños no lo asociarán con algo malo. Si, por el contrario, mostramos preocupación al separarnos de los niños, ellos podrán desarrollar el miedo al abandono”, explica Rodríguez Hernández.
Para que los niños vean la vuelta al cole como algo positivo, los padres también pueden emplear los refuerzos positivos. “Resaltar lo mucho que van a aprender o cómo de mayores son”, pueden ser algunos ejemplos para motivar a los niños. Otra clave es adular todos los esfuerzos que hacen los niños para que puedan sentirse recompensados.
Además, es importante que la adaptación sea progresiva. Es necesario pautar los cambios que se introducen en la vida de los niños, empezar con la semana de vuelta al cole y esperar a que impere la tranquilidad. “No ayuda apuntarles a todas las actividades extraescolares enseguida”, explica Iriarte. La Clínica Universidad de Navarra, también aconseja retrasar las actividades extraescolares hasta que el niño se haya adaptado a la rutina. “La realización de dichas actividades no debe superar su capacidad, más limitada que la del adulto. No podemos tratarlos en este sentido como pequeños adultos. En casa puede ser conveniente separar a los más pequeños de los mayores”, explican desde el centro sanitario.
Hablar a los niños sobre la vuelta al cole, clave para una buena adaptación
“Dependiendo de la comunidad autónoma y del centro, las guarderías y jardines de infancia suelen ofrecer semanas de adaptación con menos horas para que los más pequeños puedan acostumbrarse al cambio”, señala Leire Iriarte. “En el caso de los niños muy pequeños que nunca se han separado de sus padres puede resultar difícil afrontar despegarse”, explica la psicóloga. Por ello este proceso debe suceder paulatinamente, no de manera abrupta para que no pille al niño de sopetón. “No tienen la misma percepción del tiempo que los adultos”, señala la psicóloga. Entre sus consejos está sacar la conversación pocas semanas antes de la vuelta al cole y explicar a los niños los cambios que le acontecen, “hablarle de sus profesores, presentándoselos de una manera simbólica” señala.
En el caso de los niños de primaria, se aconseja que unas semanas antes de la vuelta al cole se realicen actividades que les permitan acostumbrarse paulatinamente a la rutina. “Podemos empezar con actividades que duren cinco minutos, como preparar el material escolar”, indica el pediatra. Alargar estos tiempos poco a poco para que se habitúen de nuevo a realizar actividades.
Otro consejo que ofrece Pedro Javier Rodríguez Hernández a INFOVERITAS para que la vuelta al cole sea llevadera consiste en acudir físicamente al centro escolar con el niño para que lo vea. “Siempre con refuerzo positivo, debemos hacer ver a los niños lo mucho que van a aprender, lo bien que se lo van a pasar y los tantos amigos que pueden hacer”, explica. Tampoco hace falta que el tema de conversación sobre la vuelta al cole sea constante. “Si el niño está nervioso por la rutina escolar podrá generar estrés y también debe disfrutar de los últimos días de vacaciones”.
Independientemente de la edad, el presidente de la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la AEP recomienda a los padres que inviten a sus hijos a participar en el proceso de vuelta a la rutina. Un par de semanas antes de la vuelta al cole, se le puede acompañar a comprar el material escolar. “Hay que buscar un aliciente”, comenta Iriarte. Dejarle escoger el material, como la ropa que necesita para el inicio de curso, los zapatos, el uniforme, incluso los libros son ejemplos que pueden realizar padres e hijos una semana antes de la vuelta al cole.
¿Y qué sucede con los adolescentes?
En el caso de niños un poco mayores y adolescentes es recomendable que vuelvan a ver a sus amigos del centro para que se acostumbren antes del inicio de las clases. “Entre ellos se pueden servir de apoyo y motivación”, indica el psiquiatra. “En la primaria los niños pueden mostrar ambivalencia, porque quieren volver a encontrarse con sus amigos, pero no volver a la seriedad de los estudios”, indica la psicóloga miembro de la junta directiva la SEPYPNA. Debemos seguir motivándoles con las amistades, sus gustos y los nuevos profesores.
Los adolescentes suelen llevar una gestión autónoma y se apoyan en sus grupos, siempre que exista un buen vínculo. “El rechazo al colegio puede suponer la existencia de algún problema en el mismo. Esto es algo que se deberá evaluar con el responsable oportuno. Muchas veces el niño no puede contarnos lo que ocurre. para la adquisición de los conocimientos que se van impartiendo”, señala la Clínica Universidad de Navarra.
Si el rechazo severo se prolongue sin motivo aparente, se debe acudir a médicos profesionales deben para que valoren su caso.
Fuentes
Estudio de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC)
Artículo publicado por la Clínica Universidad de Navarra
Declaraciones del doctor Pedro Javier Rodríguez Hernández, presidente de la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría (AEP)
Declaraciones de Leire Iriarte, miembro de la junta directiva de Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente (SEPYPNA)