En España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del mes de abril de 2020, hay 2,1 millones de personas con un cuadro depresivo, supone el 5,4% de la población del país. De esa cifra, si se atiente a la severidad de la sintomatología, 230.000 pacientes padecen depresión grave. A pesar de que los números son abrumadores, se habla poco de este trastorno mental que aparece, con más frecuencia, “en mujeres y en menores de 45 años”, explica en su web la Clínica Universitaria de Navarra (CUN).
Al contrario de lo que se piensa, la depresión no es solo tristeza. Se caracteriza por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento.
Con motivo del Día Europeo de la Depresión, INFOVERITAS desmiente las falsas creencias más frecuentes para evitar estigmatizar la enfermedad, lo que muchas veces dificulta la búsqueda de ayuda profesional.
Mito 1. La depresión es tristeza
Falso. La tristeza es una emoción pasajera y temporal y la depresión es una enfermedad. La Asociación de Salud Mental de Canadá explica que “la tristeza es una reacción normal a una pérdida, desilusión, problemas u otras situaciones difíciles”. En estos casos, los sentimientos de tristeza desaparecen con el tiempo, aunque en algunos casos ese sentimiento puede alargarse, lo que permite que la persona pueda volver a disfrutar poco a poco de su vida.
En cambio, la depresión es una enfermedad que puede surgir sin razón, tiene un gran impacto en la vida de las personas y no desaparece sola. “Afecta tu estado de ánimo, la forma en que te entiendes a ti mismo y la forma en que entiendes y te relacionas con las cosas que te rodea”, describen desde esta asociación. Los síntomas más habituales son la pérdida de interés por las cosas, aislamiento social, pensamientos sobre la muerte y el fin de la vida… Además, la enfermedad también se manifiesta en el cuerpo: problemas con el sueño, el apetito y la energía o dolores y molestias inexplicables.
Mito 2. Si sufres depresión tendrás que tomar antidepresivos toda la vida
Falso. La depresión se puede curar, pero es importante diagnosticarla y tratarla porque no se cura sola. ITA Salud Mental señala que el tratamiento varía en función de la gravedad de la enfermedad.
“En los casos en los que la sintomatología depresiva se considera leve se puede comenzar a tratar únicamente con psicoterapia y si no mejoran los síntomas, se puede añadir tratamiento farmacológico. En los casos donde la sintomatología es grave se recomienda comenzar combinando la psicoterapia con el tratamiento farmacológico”, señalan.
Mito 3. Las personas sin recursos económicos son más propensas a sufrir depresión
Falso. La cuenta bancaria no evita sufrir depresión. Puede afectar a cualquier persona, independientemente de su nivel socioeconómico. “La diferencia suele estar en los accesos adecuados para tratarla”, puntualiza el Colegio Oficial de Psicología de Madrid. Según el portal Mundo Psicólogos, la visita al psicólogo suele tener un coste entre 50€-80€.
Mito 4. Curar la depresión es cuestión de actitud o voluntad
“La depresión es el resultado de diversas interacciones complejas entre variables biológicas, sociales y psicológicas que incapacitan al paciente a llevar una vida normal, bloqueando sus capacidades y competencias para sobreponerse de manera voluntaria”, explican desde el Colegio Oficial de Psicología de Madrid.
Es fundamental recordar que la depresión es una enfermedad grave que no debe menospreciarse, ya que lo único que se consigue es avergonzar a la persona que la padece y retrasar que se consulte con un profesional y reciba el tratamiento adecuado. En ningún caso, su curación depende de la actitud o de la voluntad del enfermo.
Mito 5. La depresión infantil no existe
Falso. La Clínica de Navarra indica en su página web que, aproximadamente, uno de cada 20 niños y adolescentes, tendrá un episodio depresivo antes de cumplir los 19 años. En la depresión infantil, en muchas ocasiones, no aparecen síntomas depresivos como tal, sino alteraciones de conducta y de los hábitos que pueden confundirse con un trastorno de la conducta
Al igual que sucede con los adultos, la depresión infantil se caracteriza por irritabilidad elevada, ira, tristeza frecuente, disminución de interés en actividades que antes le gustaban, aislamiento social, falta de energía y problemas de concentración, entre otros.
Fuentes
Instituto Nacional de Estadística (INE)
Clínica Universitaria de Navarra (CUN)
Asociación de Salud Mental de Canadá