La epilepsia ha sido considerada una «enfermedad sagrada» desde tiempos antiguos debido a la interpretación sobrenatural que las culturas primitivas y clásicas le otorgaron. Este término, conocido como morbus sacer en latín, refleja cómo las crisis epilépticas eran percibidas como manifestaciones divinas o castigos de los dioses. De hecho, los griegos pensaban que solo un dios podía arrojar a las personas al suelo, privarlas de sus sentidos, producirles convulsiones y llevarlas nuevamente a la vida, aparentemente muy poco afectadas.
A lo largo de la historia, la percepción de la epilepsia ha evolucionado desde una interpretación mística hasta una comprensión científica. Hoy sabemos que la epilepsia es un desorden neurológico que afecta a más de medio millón de personas en España, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). En términos más amplios, la epilepsia se define como un trastorno neurológico que provoca convulsiones recurrentes debido a anomalías en la actividad eléctrica de las neuronas de la corteza cerebral.
Cada año se diagnostican alrededor de 20.000 nuevos casos, siendo los niños/adolescentes y las personas mayores de 65 años los grupos más afectados a causa de factores como alteraciones del desarrollo cerebral o enfermedades cerebrovasculares relacionadas con el envejecimiento.
A pesar de los avances médicos, los mitos y la falta de información siguen siendo un obstáculo para quienes padecen esta enfermedad neurológica. En este sentido, es necesario que un día como hoy, Día Mundial de la Epilepsia, recordemos algunas de las creencias más extendidas sobre esta enfermedad para desmentirlas y fomentar una visión informada. Para ello, desde INFOVERITAS hemos contactado con la Asociación Nacional de Personas con Epilepsia-ANPE y con el doctor Javier López del Val, neurólogo en HLA Clínica Montpellier, quienes responden a algunos mitos comunes sobre la epilepsia.
1. Todas las crisis epilépticas son iguales
FALSO. El neurólogo López del Val señala que las crisis pueden variar: desde convulsiones generalizadas con pérdida de conciencia hasta crisis parciales o ausencias, en las que el paciente puede quedarse con la mirada fija sin caerse al suelo. En la misma línea, la Asociación Nacional de Personas con Epilepsia-ANPE detalla que existen hasta 63 tipos de crisis y no todas cursan con una convulsión. “La convulsión es el tipo de crisis que la sociedad reconoce y asocia a la epilepsia al ser un tipo de crisis más visual, pero existen muchas otras que pasan desapercibidas como las ausencias o las auras (sensoriales)”.
2. Las personas con epilepsia no pueden llevar una vida normal
FALSO. Desde ANPE explican que el 80% de las personas con epilepsia tienen sus crisis controladas con medicamentos adecuados y pueden trabajar, estudiar y hacer una vida normal. “Únicamente el 20% restante no tienen sus crisis controladas lo que se denomina epilepsia refractaria, lo cual impide que puedan llevar una vida normal”. El neurólogo Javier López del Val recalca que llevar una vida normal si se padece epilepsia depende del control de las crisis. “Muchos pacientes logran una vida normal gracias a tratamientos eficaces”, asegura.
3. La epilepsia es hereditaria
No necesariamente. Las causas suelen estar relacionadas con lesiones cerebrales como un accidente cerebrovascular, complicaciones en el parto, nacimientos prematuros, tumores o problemas vasculares. De hecho, la epilepsia es un síntoma que puede estar asociado a múltiples causas, indican desde la Asociación Nacional de Personas con Epilepsia. Una de ellas puede ser la genética (síndromes, ER), pero no quiere decir que todas las epilepsias sean de origen genético.
4. Las personas epilépticas no pueden conducir
VERDADERO, pero con matices. Una persona con epilepsia no puede conducir, salvo que esté libre de crisis de ningún tipo y sin medicación para controlarlas. “Como mínimo un año aportando un informe médico favorable”, concretan desde ANPE. No obstante, el neurólogo Javier López del Val recuerda que la ley permite conducir a las personas que sufren epilepsia si las crisis están controladas y el médico lo certifica.
5. Las personas epilépticas no deben ir a discotecas o lugares con luces intermitentes
RELATIVAMENTE VERDADERO. Desde la Asociación Nacional de Personas con Epilepsia indican que existe un tipo de crisis denominada «fotosensible» que se manifiesta por estimulación lumínica y también a los denominados «patrones», que pueden ser rayas, cuadros, etcétera. En este sentido, recomiendan a aquellas personas que sufren este tipo de epilepsia que no acudan a sitios en los que por cualquier causa estén presentes este tipo de luces. De hecho, recuerda el doctor López del Val, aunque ciertos estímulos como luces parpadeantes pueden desencadenar crisis en algunos casos, el objetivo del tratamiento es permitir que los pacientes lleven una vida completamente normal.
6. Se debe sujetar siempre la lengua a quien padezca una crisis epiléptica
FALSO. Seguro que has escuchado alguna vez que lo mejor cuando alguien sufre una crisis epiléptica es sujetarle la lengua para que no se atragante o se ahogue. La creencia es completamente falsa. Desde la Asociación Nacional de Personas con Epilepsia inciden en que “bajo ningún concepto” se debe introducir nada en la boca de una persona que está sufriendo una crisis convulsiva. “La lengua es un músculo que durante la crisis se relaja, pero nunca se traga”.
Fuentes
Declaraciones de la Asociación Nacional de Personas con Epilepsia-ANPE
Asociación Andaluza de Epilepsia – APICE
Sociedad Española de Neurología (SEN)
Declaraciones del Dr. Javier López del Val, neurólogo en HLA Clínica Montpellier (Grupo ASISA)