Donald Trump, presidente de Estados Unidos, anunció la semana pasada que postergaría un mes la entrada en vigor de los aranceles del 25% anunciados para las exportaciones de México y Canadá. Así lo reflejaron medios como El País o The New York Times. No obstante, ayer, 10 de febrero, el mandatario informó de que impondrá aranceles, también del 25%, a todas las importaciones de acero y aluminio, según la BBC y El Economista.
España y la Unión Europea se verán, por tanto, afectadas por esta medida, ya que exportan parte de su producción de estos materiales a EE. UU. Esto, además, encarecerá en el país norteamericano los precios de los productos que se fabrican con acero y aluminio, destacan desde El Economista. El acero se utiliza, por ejemplo, en la industria automovilística.
Dada esta situación económica internacional, cabe preguntarse qué son los aranceles y por qué tienen tanto impacto en el comercio mundial. Desde INFOVERITAS te damos las claves para entender en qué consisten estos impuestos.
¿Qué son los aranceles?
La Organización Mundial del Comercio (OMC) define este término como los derechos de aduanas que se aplican a las importaciones de bienes. Es decir, los aranceles son impuestos que se cobran a un país por importar sus mercancías.
En el blog de CaixaBank explican que “cuando un producto cruza una frontera tiene que pagar los aranceles aduaneros que ha establecido el país al que entra”. Esto implica que dicho producto paga la entrada al país cada vez que accede.
¿Por qué se cobran aranceles?
En la web del BBVA se destaca que existen dos tipos de aranceles aduaneros: los fiscales y los proteccionistas. En el caso del primer tipo, tiene un objetivo recaudatorio; “se aplica para obtener ingresos para el Estado a partir de las operaciones comerciales”. El segundo, en cambio, persigue subir el precio de un bien fabricado en otro país “para favorecer los productos locales”.
Según el blog de CaixaBank, el fundamento de la imposición de aranceles es “la protección de la producción local”, ya que este impuesto sube el precio de los bienes extranjeros. Esto “proporcionaría una ventaja en el mercado a las mercancías producidas en el mismo país”.
Además, este tributo se traduce en ingresos para los países, “ya que es un impuesto de pago obligatorio: si no se abona, la mercancía no cruza la frontera” como norma general.
Así lo recogen también desde la OMC. Los aranceles favorecen, respecto a los precios, a los productos locales frente a otros similares que están importados. Asimismo, “constituyen una fuente de ingresos para los gobiernos”.
¿Quién regula los aranceles?
Cada país tiene la potestad de establecer sus aranceles, de acuerdo con “sus fortalezas económicas y las necesidades que tenga de importar productos”, apuntan desde CaixaBank. En este sentido, existe la posibilidad de fijar estos impuestos específicamente para otros territorios para menguar el comercio con estas zonas, para “proteger la industria local frente a alguna amenaza o como herramienta de presión geopolítica. El establecimiento de aranceles que Estados Unidos pretende imponer a otros países sería un buen ejemplo de esto”, destacan.
La política comercial de España a este respecto es la común de la Unión Europea, ya que las medidas en este sentido son competencia exclusivamente comunitaria, informan desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Con esta política, “la UE puede modular el pago de los aranceles aplicados en su territorio. Como medio para proteger los intereses económicos de la Unión Europea, el pago del arancel puede estar sometido a reducciones o bien pueden existir pagos adicionales, en función de la naturaleza y el origen de las mercancías”, aseveran.
Fuentes
Noticias de El País, The New York Times, BBC y El Economista