El misterio del origen del flamenco: el arte patrimonio de la humanidad

El 16 de noviembre se celebran los días internacionales del Flamenco y del Patrimonio Mundial. El arte flamenco está inscrito dentro de los patrimonios culturales inmateriales de la humanidad de la UNESCO desde el año 2010 como expresión artística que aúna danza, canto y acompañamiento musical. Parte intrínseca del tejido cultural del sur de España, el flamenco se popularizó a partir del siglo XIX a través de los cafés cantantes, explican desde la página de turismo de Sevilla.

Compuesto por los palos, o subgéneros, el flamenco expresa una amplia gama de sentimientos que abarcan desde la alegría a la tragedia. “En un rápido ejercicio de imaginación podríamos trasladarnos hasta la España árabe, pues las modulaciones y melismas que definen al género flamenco pueden provenir de los cantos monocordes islámicos”, destacan, a este respecto, desde la web de Andalucía dedicada a los orígenes de este arte.

Dado el arraigo cultural que tiene el flamenco en España y la repercusión internacional con la que cuenta, cabe preguntarse por la historia de este arte. Desde INFOVERITAS te lo explicamos a continuación.

El misterio del origen del flamenco

Además de la teoría de la época árabe en España, existen otras hipótesis, según el portal de Andalucía. El origen del flamenco se les atribuye también a los gitanos. “En España entraron a principios del siglo XV, buscando climas más cálidos que los que hasta entonces habían encontrado en el continente” explican. Asimismo, existen otras teorías, como los cantos populares mozárabes o el sistema musical hindú, amplían.

Sin embargo, la web de turismo de España recoge que el origen de este arte se sitúa, principalmente, en Andalucía, Extremadura y Murcia.

No solo sus raíces, también su nombre genera controversia. “Otro de los aspectos que hacen que este arte sea un verdadero misterio radica en definir cuál es la procedencia exacta del término ‘flamenco’”, comienzan en la misma web. La corriente más extendida es la que defendió el ensayista Blas Infante en su libro Orígenes del flamenco, señalan. Según el pensador, “flamenco” deriva de los términos árabes felah–mengus, “que juntos significan ‘campesino errante’”.

A partir del siglo XIX, con los cafés cantantes, este arte se popularizó. Desde la web de turismo de Sevilla se cuenta que el primero de estos establecimientos abrió en Sevilla en 1885, y se extendieron posteriormente por Andalucía y Madrid. “Hasta entonces el flamenco no había salido de reuniones familiares o fiestas particulares”, concluyen.

La complejidad del arte

El flamenco es un arte que combina danza, canto y acompañamiento musical a través del que se puede expresar una amplia gama de sentimientos. Lo más habitual es el cante acompañado de guitarra flamenca, pero también se pueden incluir instrumentos como las castañuelas o el cajón y elementos como palmas y taconazos, explican desde la web de turismo en España. Por otro lado, la técnica del baile es compleja y “su interpretación varía según quién la realice”. En este sentido, la guitarra ha evolucionado de su función de mero acompañamiento, señalan desde la UNESCO, y ha dado figuras relevantes de la música como Paco de Lucía.

Este arte está compuesto de los famosos palos, o subgéneros. Algunos de los más famosos son las saetas, las bulerías, los fandangos o las sevillanas. No obstante, el flamenco se extiende a otros, como las tarantas, las peteneras, los tientos o las cantiñas.