Con el inicio del curso escolar, resurgen las infecciones víricas típicas de esta época del año entre los más pequeños y los padres. Una de las más comunes, la conocida como el boca-mano-pie. La patología suele ser leve y no existe un tratamiento específico. Sin embargo, sí existen algunas pautas para prevenir la afección, explican desde la Clínica Mayo de Estados Unidos.
Los síntomas más visibles de esta enfermedad, según Medline Plus, la biblioteca de medicina del Gobierno de Estados Unidos, son las llagas que surgen en la boca y la lengua de los pequeños, así como los eccemas que aparecen en las manos y los pies y en la zona del pañal. No obstante, otros no se aprecian a simple vista, como la pérdida del apetito que pueden desarrollar los pacientes de la enfermedad boca-mano-pie.
Puesto que es una de las enfermedades pediátricas más comunes, cabe preguntarse por las claves que la rodean. Desde INFOVERITAS te explicamos qué la causa y cómo se contagia la dolencia boca-mano-pie.
¿Cuál es la causa de la enfermedad boca-mano-pie?
La experta La Pediatra Laura publicó, en su perfil de Instagram, una infografía sobre la enfermedad boca-mano-pie. Se trata de una patología vírica causada por los patógenos Coxsackie A16 y Enterovirus 17. Suele afectar especialmente a los niños menores de 5 años y es posible contagiarse más de una vez.
El Departamento de Salud del Estado de Nueva York amplía la edad hasta los 10 años, y destaca que los adultos jóvenes también pueden enfermar.
¿Cómo se transmite?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) explican que existen distintas vías de contagio de la enfermedad boca-mano-pie. En primer lugar, se puede transmitir por contacto con gotitas que contienen partículas del patógeno, como cuando un afectado tose, estornuda o habla. También se puede contagiar mediante contacto directo, como un abrazo o un beso o al compartir objetos, como tazas o cubiertos, con un enfermo.
En este sentido, los juguetes o los pomos de las puertas también pueden ser un foco de transmisión, así como cambiar los pañales y luego tocarse los ojos, la boca o la nariz.
“Aunque es raro, también se pueden contraer estos virus al tragar aguas recreativas, como en las piscinas. Esto puede suceder si el agua no está adecuadamente tratada con cloro y se contamina”, concluyen desde los CDC.
¿Qué síntomas tiene?
Los síntomas más visibles de la enfermedad boca-mano-pie son las llagas que aparecen en el interior de la boca, en encías, paladar y lengua y las ampollas que surgen en la zona del pañal, en las plantas de los pies, en las palmas de las manos y en los dedos y alrededor de la boca. Así se expone en la infografía de La Pediatra Laura.
Estas lesiones tarden en curarse de cinco a diez días, sin dejar cicatriz. Esta experta destaca que a las cinco o seis semanas puede ocurrir un despegamiento sin dolor de la raíz de las uñas que provoca que se caigan.
Además, Medline añade a los síntomas mencionados la pérdida de apetito, dolor de cabeza y garganta y fiebre.
El Departamento de Salud del Estado de Nueva York informa, además, que un afectado “puede continuar contagiando la enfermedad hasta que las lesiones ampollosas de la piel desaparezcan. Se sabe que el virus se sigue eliminando en la materia fecal durante varias semanas”.
¿Existe tratamiento?
En la actualidad no hay un tratamiento específico para la enfermedad boca-mano-pie. No obstante, se pueden aliviar los síntomas con ibuprofeno y paracetamol para el dolor y la fiebre, informa La Pediatra Laura, con líquidos fríos y evitando los alimentos calientes, especiados, picantes, salados o ácidos.
Sí hay, por otro lado, métodos de prevención, amplían desde la Clínica Mayo. Una correcta higiene de manos, durante 20 segundos al menos, después de ir al baño, tras cambiar un pañal, antes de preparar la comida y de comer, y limpiarse la nariz después de toser o estornudar.
También se pueden inculcar estas prácticas de higiene en los hijos y explicarles por qué no hay que llevarse a la boca objetos o las manos.
Asimismo, se puede desinfectar las zonas comunes, primero con agua y jabón y después con lejía diluida en agua, ya que “un virus puede sobrevivir varios días en las superficies de las áreas comunes, incluidos los picaportes, y en objetos de uso compartido, como los juguetes”.
Por último, es necesario evitar el contacto cercano con los afectados. “Mantén a los niños con la enfermedad de manos, pies y boca alejados del centro de cuidado infantil o de la escuela hasta que la fiebre desaparezca y las llagas en la boca se hayan curado. Si tienes la enfermedad, permanece en casa sin ir a trabajar”, concluyen desde la Clínica Mayo.
Fuentes
Perfil de Instagram de La Pediatra Laura
Departamento de Salud del Estado de Nueva York
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos