Educar en el pensamiento crítico y en el manejo de herramientas tecnológicas es fundamental para que los ciudadanos puedan discernir si una publicación es verdadera o es falsa. “Y cuanto antes, mejor”, puntualiza Sally Reynolds, responsable del área de Alfabetización Mediática del Observatorio de Medios Digitales de Europa (EDMO, por sus siglas en inglés). Reynolds, que es una de las ponentes estrella de la IV Cumbre Global sobre la Desinformación, que se celebra los próximos 18 y 19 de septiembre de manera virtual, gratuita y bilingüe, defiende que la alfabetización mediática debería instaurarse a la vez que los jóvenes comienzan a utilizar los dispositivos digitales. Así lo demuestran algunas experiencias en países como Portugal, donde han trabajado con niños pequeños el problema de la desinformación. “Si esperamos a que cumplan 15 o 16 años, vamos tarde”, señala.
Así lo demuestran los informes de EDMO, el Observatorio Europeo de Medios Digitales que se creó en 2019 para combatir la desinformación en Europa. “Se trata de la mayor red actualmente en funcionamiento que reúne a verificadores, investigadores, expertos en alfabetización mediática y responsables políticos”, explica. Lo peculiar de este organismo es que no es solo una plataforma europea, ya que, además, aúna 14 hubs en territorios nacionales que trabajan sobre los mismos ejes. “Que yo sepa, es la primera vez que existe un consorcio de este tipo en Europa”, destaca. En concreto, el trabajo de EDMO se asienta en cuatro pilares, un esquema que de repite en los laboratorios nacionales: “Fact-checking, alfabetización mediática, la investigación y el análisis político.”
Cuatro ejes para luchar contra la desinformación
Reynolds subraya que es importante trabajar estos cuatro puntos de manera coordinada. Todos tienen su papel para combatir la desinformación. La investigación sirve para estudiar y analizar la desinformación y apoyar con información precisa “a los responsables políticos en la lucha contra la desinformación”, destaca. La parte política se centra el desarrollo de algunas normas para combatir los bulos, como la actual Ley Europea de Servicios Digitales. “Queremos que las plataformas se responsabilicen de lo que hacen, queremos poder castigar cuando sea necesario, pero no establecer un control suficiente. Así que la elaboración de políticas y leyes europeas en esta área está bastante avanzada”, indica.
La otra cara de la moneda es la educación mediática y el fact-checking. En relación con la alfabetización mediática, Reynolds señala que “hay mucho trabajo por hacer en Europa”. “Tenemos muchas organizaciones que están haciendo un trabajo brillante. Y en algunos países, es el propio Gobierno el que impulsa estas iniciativas, como sucede en Francia o Finlandia”.
El impacto de la IA en la desinformación
El principal reto de los próximos años en la lucha contra la desinformación es la inteligencia artificial. Esta tecnología se utiliza con frecuencia para simular que un personaje público ha dicho algo que no ha dicho o para crear falsas imágenes, como, por ejemplo, sucedió recientemente en la campaña electoral de Estados Unidos. Donald Trump difundió unas imágenes creadas con IA en las que se veía a Taylor Swift pidiendo el voto para el candidato republicano.
No obstante, Reynolds señala que la tecnología es un arma de doble filo, porque además de difundir desinformación, también puede ayudar a los verificadores a desmentir una desinformación. El papel de estos es, a su juicio, fundamental. Sin embargo, señala que las verificaciones a veces llegan tarde, por el propio proceso del trabajo del periodista: detectar la desinformación y desmentirla. Además, a veces, no funcionan en grandes grupos de población, por ejemplo, si pensamos en un grupo de negacionistas. “La única manera de cambiar esto es mediante la alfabetización mediática a través del aprendizaje desde una edad muy temprana. El fact-checking es importante, tiene su lugar, pero no es la única respuesta”, destaca.
Si quieres saber más sobre estas iniciativas, no te pierdas la charla de Sally Reynolds en la IV Cumbre Global contra la Desinformación. Puedes consultar la agenda al completo e inscribirte aquí.