Hoy, 14 de marzo, se celebra el Día Mundial del Riñón, que este año se centra en el acceso equitativo a la atención y en las buenas prácticas en la medicación. La Sociedad Española de Nefrología elaboró en 2022, con motivo de esta efeméride, el informe “La enfermedad renal crónica en España”. Una de las principales conclusiones de este estudio es que la incidencia de los pacientes en terapia renal sustitutiva (nuevos casos anuales por cada millón de habitantes) en nuestro país es de 141,4.
Esta cifra aumenta con la edad, ya que el grupo etario que presenta una mayor incidencia son las personas mayores de 75 años, con 448 casos por cada millón de habitantes. Además, la comunidad autónoma que presenta números más altos es Cataluña, con 172,4.
En este sentido, de acuerdo con los datos de la Organización Nacional de Trasplantes, en España el año pasado se produjeron 3.690 trasplantes de riñón, de los que 435 fueron de donante vivo. Ante esto, cabe preguntarse, ¿se puede vivir con normalidad con un solo riñón? En INFOVERITAS te damos todas las claves para saber cómo vivir saludablemente con solo uno de estos órganos.
Vivir con un solo riñón: la importancia de la precaución
La doctora Ana María Oltra, coordinadora de Blog Renal, de la Escuela del Paciente Renal del Consorcio Hospital General Universitario de Valencia, escribió una entrada en dicho blog en la que, en primer lugar, afirmaba que, tomando determinadas precauciones y llevando una vida saludable “las personas con un solo riñón pueden vivir una vida normal”.
Normalmente, las personas nacen con dos riñones, pero puede darse el caso de que nazcan con solo uno, explica la doctora. No obstante, la capacidad de este órgano permite que las personas puedan desenvolverse con normalidad con un riñón. En la gran mayoría de los casos de personas que nacen así, el diagnóstico se produce de forma accidental, cuando el paciente se somete a “estudios radiológicos por razones completamente diferentes”.
Así, son escasas las ocasiones en las que una persona con un solo riñón, después de años, puede ver elevada su tensión o perder proteínas a través de la orina. “Es muy rara la reducción de la función renal”, concluye Oltra.
Por otra parte, explica, hay personas que solo tienen un riñón por otros motivos: un trasplante o una extirpación quirúrgica por, por ejemplo, cáncer o lesión traumática severa.
En caso de tener solo uno, las precauciones que deben tomar los pacientes son importantes porque, en caso de que haya daño renal severo y repentino se dará un fallo renal agudo, con lo que “las funciones renales empeorarán rápidamente”. Este fallo puede desencadenar diversas complicaciones y necesita una atención temprana. Es más, incide la doctora, en el corto plazo, la gravedad de los problemas aumenta y “puede causar complicaciones que amenacen la vida. Los pacientes requieren diálisis urgente. Para evitar el daño renal y sus consecuencias, se deben tomar precauciones en toda la población con un solo riñón”, destaca.
¿Cuáles son estas precauciones?
Aunque las personas que solo tienen un riñón no necesitan tratamiento, es recomendable, según la doctora Ana María Oltra, seguir una serie de precauciones. Principalmente, la experta hace hincapié en beber unos tres litros de agua al día, prevenir y tratar precozmente las infecciones del tracto urinario y los cálculos en la vesícula, dieta saludable, ejercicio regular, reducir el consumo de sal o, entre otras, controlar la presión arterial.
También hay que informar de la situación a los médicos antes de comenzar tratamientos o de cirugía abdominal, además de seguir un control profesional regular, monitorizando la función renal “mediante mediciones de tensión arterial y pruebas de sangre y orina una vez al año”. Con esto se puede promover la detección temprana de síntomas de complicaciones en el riñón y desarrollo de daño renal, lo que repercute en “la oportunidad para otorgar tratamiento y cuidados a tiempo”.
Cuidado con los deportes de contacto
Desde la Escuela de Pacientes resaltan la necesidad de evitar los deportes de contacto, como el fútbol o las artes marciales. En este sentido, desde la Fundación Nacional del Riñón, de Estados Unidos, informan de que el ejercicio es saludable, e insisten en la precaución contra los deportes de contacto. No obstante, también destacan que, mayoritariamente, las personas en esta situación viven una vida normal.
Por ello, aconsejan emplear protección, como chalecos acolchados debajo de la ropa, para proteger el órgano al practicar deporte. “Esto puede ayudar a reducir el riesgo, pero no lo eliminará por completo”, comentan. También recomiendan la supervisión médica para decidir “si practicar deportes de contacto es una buena idea. Siempre debe pensar en los riesgos que implica cualquier actividad y considerar detenidamente si los riesgos superan los beneficios”.
En esta recomendación coinciden con el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y de Riñón de EE. UU. “Ciertos deportes pueden ser más propensos a lesionar el riñón. Este riesgo es especialmente preocupante con los niños, ya que es más probable que practiquen deportes”, aconsejan, y amplían al profundizar que se debe consultar con un profesional de salud sobre el deporte en concreto y cómo reducir el riesgo de lesionarse.
Fuentes
Fundación Española de Diálisis
“La enfermedad renal crónica en España”, de la Sociedad Española de Nefrología
Perfil en Instagram de la Organización Nacional de Trasplantes
Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y de Riñón